¿Truco o trato? Celebrar Halloween en Cuba

Texto y fotos: María Carla Prieto

Aunque no todos se pueden permitir el alquiler de un disfraz, hoy muchos en Cuba celebran Halloween

De niña, nunca supe el significado de truco o trato. No se estilaba hacer ese tipo de transacciones. Mi primera vez con un disfraz, me sentí rara. Ahora es un poco más normal, pues hace unos años en Cuba la fecha no pasa desapercibida.

Una semana antes, los negocios particulares comienzan a mostrar decoración: figuras inflables de calabazas talladas, fantasmas, falsas telas de araña. Con los días, los residentes de la isla alistan sus disfraces para participar de esta fiesta, cuya tradición descansa en una celebración de origen celta.

¿Por qué esta práctica ha cobrado tanto auge en Cuba? Es incierto. La joven Isabella tiene sus propias respuestas: “Es una costumbre muy  bonita sin equivalente en nuestra cultura, por lo cual se hace interesante traerla a nuestro pueblo”.

La cafetería-dulcería G Café es uno de los lugares con mejores ofertas para los clientes. Lleva solo 3 meses abierta y la propietaria alega “haberse vuelto loca” para organizarlo todo: “Imitar a otros establecimientos de la ciudad, pues es nuestro primer año. Como ves, los camareros ya tienen sus sombreros de piratas o brujitas, la cuenta viene dentro de la calabacita típica de la celebración y hoy haremos un happy hour especial, regalaremos dulces a los niños que vengan, además de un menú infantil previamente diseñado”.

Por su parte, el restaurante Mar Adentro, de C y Tercera, también en el Vedado, incluirá figuras terroríficas como parte del acabado final de los platos.

Por el contrario, la hamburguesería Super Burguer no tiene concebida la fecha como especial: “decoramos como todo el mundo, mas la festividad no representa un beneficio real para el cliente”.

Solo los centros estatales permanecen grises. En la puerta del Club Tropical, uno de los trabajadores intenta, sin éxito, hacer entrar a los incautos. Estos espacios no tienen prohibida la celebración, pero no entra dentro de las prioridades de la empresa.

René, barman del lugar, explica que la mayor parte de los adornos de los negocios particulares son de importación “y el gobierno no gastará un peso en adquirirlos, de hacerlo por mi cuenta, me metería en un lío. Como es una festividad típica del enemigo, pueden alegar diversionismo ideológico o miles de cosas más”.

Los disfraces de Halloween

Un aspecto importante dentro de esta tradición es el disfraz. Ariadna aún no lo consigue, aunque está invitada a una de las fiestas más exclusivas de la capital. “Esperé hasta el último momento. Creo que no tendré ninguno. Me queda la opción de 13 y Paseo, una tienda particular de disfraces. Bastante costosa”.

Luis tiene en el catálogo más de 150 disfraces. Su inventario, en fase de conteo y revisado, podrá ser rentado durante la jornada de festejos. “La gente confía en mis diseños. Tengo trajes muy simples, otros personalizados, pero todos muy económicos”. El alquiler oscila entre los 10 y 25 CUC.

“Los personajes más perseguidos por las damas son las enfermeras, mientras que los caballeros buscan piratas. Oferto también la posibilidad de encarnar a un actor o actriz en específico, o crear tu propio atuendo a partir de los elementos de la tienda. Este servicio es más costoso”, alega.

“¿Quién se puede permitir un disfraz de 20 o 30 pesos como está la situación? Yo no. Masiel tiene su propia concepción al respecto. “Lo divertido en esta fecha es salir a pasarla bien, con el plus del disfraz, que lo hace más interesante a los ojos de la gente”.

Por ese motivo llevará algo creado por sí misma. “Puedes salir de griega, solo necesitas una sábana a tu medida, o de prostituta si te pones los labios rojos y estás bien maquillada. Otra opción es buscar una ropa normal, rasgarla, para posteriormente ponerle unas gotas de algo rojo: eres un zombie más”.

Roberto concuerda en la poca importancia del traje, pues todo es cuestión de actitud. El joven fue escogido como el mejor disfrazado en la noche terrorífica de Pazillo`s Pride, luego de haber irrumpido el local usando una bata de baño, una toalla en la cabeza y unas chanclas. “Aquí cuenta la originalidad, el cómo, el qué no es lo fundamental”.

Otro recurso muy utilizado son las Katrinas, típicas del folclore mexicano. Cada año, muchas personas apuestan por esta opción, pues “solo se necesita maquillaje y puedes vestirte de cualquier manera”.

La popularidad de las Katrinas puede estar relacionada con la próxima celebración del Día de los Muertos. “Nosotros celebraremos el viernes para alejarnos de la celebración estadounidense, pues esta es muy comercial. Vamos a presentar el Ensamble Interactivo de La Habana, dirigido por Pepe Gavilondo, bailarines de Retazos, niños, estudiantes de la Saumell y el Grupo de Arte Cógelo con Calma”, me cuenta Claudia, directora de este último.

“Yo saldré de princesa, o de griega, depende de cuánto pueda gastar. Eso sí, con la cesta más criolla de la casa. La gente habla de pérdida de identidad, yo pienso en el enriquecimiento cultural. Por eso, saldré a caminar disfrazada, como todos. -¿Truco o Trato?- preguntaré y, ante cualquier respuesta, sonaré la canción más cubana que tenga”.