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Cuba

Los boteros que mueven La Habana están en huelga “silenciosa”

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Por Flavia Viamontes

Tal como ocurrió en febrero de 2017, este octubre amenaza con ser bien negro para los cubanos en materia de transporte. Los llamados “boteros” amenazan con ir nuevamente a la “huelga” y otros ya anunciaron que se retiran completamente.

Responden así a las nuevas medidas para el trabajo por cuenta propia que pondrá en vigor en breve el gobierno cubano y que, lejos de resultar un alivio para esta modalidad de trabajo, se convierte en una pesadilla difícil de entender y acatar para transportistas y clientes.

Cuballama pudo constatar una Habana cargada de gente en horas de la tarde de este miércoles, previo a la entrada en vigor de las medidas y la anunciada retirada de los taxis almendrones.

Ramón, taxista de la ruta Habana Vieja-Playa, dice que no le gusta usar la palabra huelga.  “Eso está muy fuerte, periodista”, afirma. Pero no obstante se desahoga:  “Me obligan a afiliarme a algo que a mí no me interesa. Este carro tiene un dueño y yo le entrego una cifra diaria. Ahora, no nos dará la cuenta. Así que voy a sentarme en mi casa y el jefe pues que se busque otro trabajador o que maneje él”, me explica sin siquiera respirar y visiblemente molesto.

Lo que sí ningún entrevistado sabe es qué pasará. Pero muchos de los interrogados aseguran que “no sale más a la calle”.

El transporte en La Habana cada día es más caótico y nada de lo que se haga a nivel gubernamental resuelve el problema ni satisface las demandas.

Desde hace algunos meses se ven en la capital ven los llamados taxis, microbús y grandes buses ruteros que tienen refuerzos en horarios pico y cuyos precios oscilan entre cinco y 20 pesos según el recorrido.

Foto: Flavia Viamonte / Cuballama

Algunos tienen aire acondicionado y recorren la ciudad por donde antes no había ninguna ruta establecida. Esos han aliviado algo, pero nunca es suficiente para mover los cerca de tres millones de habitantes que se desplazan cada día en esta capital.

Otro de los contactados por Cuballama cubre en su almendrón la ruta Boyeros-Vedado. Tiene alrededor de 40 años y prefiere no dar su nombre.

Es verdad que hay muchos de nosotros que abusan de los clientes, sobre todo en días de lluvias y fines de semana. ¿Pero sabes quién tiene culpa? La culpa la tiene el mismo cubano, periodista”, me comenta y ante mi cara de incredulidad agrega: “Si yo te pido 2 CUC por un viaje que cuesta 10 pesos y tú me lo pagas, pues al próximo se lo pido también”, afirmó no sin faltarle razón. “Pero el gran problema es que el gobierno no puede ver que el cubano progrese”, remarca.

El que peor sale ante las nuevas medidas gubernamentales es el cubano de a pie. “No sé qué vamos a hacer si los boteros se retiran y no salen.  Esto no tiene arreglo. Cada día vamos más para atrás”, responde Ana Estela, una joven que encabeza una fila de más de 50 personas que intentan parar un taxi que la lleve hasta la calle 23 desde Tulipán y Boyeros.

Las nuevas medidas de sí o sí

Las nuevas modalidades gubernamentales incluyen “el otorgamiento de la Licencia de Operación de Transporte (LOT) para los servicios auxiliares y conexos, la cual se concederá por única vez de modo gratuito. Además, se restituye la extensión municipal, provincial y nacional de esta licencia (hoy todas tienen alcance nacional)”, de acuerdo con el texto que recoge las regulaciones.

Será requisito indispensable disponer de licencia de conducción del medio de transporte de que se trate y más de tres años de experiencia como conductor de vehículos de motor si se brindan “servicios en ómnibus, camionetas y camiones”.

El llamado “experimento” será ejecutado primero en la capital y en el servicio público de transportación de pasajeros.

“Se aprobó la realización de un experimento que comprende a más de 6 000 titulares de licencia, quienes ofertan servicios en auto, jeep, paneles y microbús con capacidad de entre cuatro y 14 plazas” que consiste en “ordenar el servicio de transportación de pasajeros en un sistema de 26 piqueras con 23 rutas asociadas, lo cual fue dispuesto por el Consejo de Administración de la capital”.

Foto: Flavia Viamonte / Cuballama

Para participar en la “experimentación del gobierno” será requisito indispensable “abrir cuentas bancarias asociadas a una tarjeta magnética para la realización de las transacciones de pago con las entidades estatales”.

Se establecerá asimismo una obligación de un consumo mínimo anual de combustible adquirido por tarjeta magnética.

Quienes se acojan al experimento en la capital contarán con los siguientes precios de venta por litro:diésel-2 CUP, gasolina de motor-10 CUP, gasolina regular-13 CUP y gasolina especial-16 CUP. Quienes no se acojan tendrán la misma obligatoriedad de consumo de combustible mínimo, que adquirirán a precio de minoristas.

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