Biden otra vez en Washington y Mike Pence regresa a casa

Mike Pence, más emocionado que de costumbre, agradeció a su personal, a su familia y a Dios durante un discurso de 15 minutos.

El exvicepresidente Mike Pence regresó a su estado natal de Indiana “el mismo día” que Joe Biden, entre lágrimas, abandonaba Delaware y se mudaba -al menos por cuatro años- a Washington, ciudad en la que vivió durante los ocho que fue vicepresidente de los EE.UU. en la administración Obama.

“Servir como su vicepresidente fue el mayor honor de nuestra vida, pero ahora que esta temporada de servicio ha llegado a su fin, simplemente teníamos que volver a casa”, dijo Pence ante más de 60 familiares, políticos y residentes de Columbus que asistieron al discurso de “despedida” en el aeropuerto, entre ellos el presidente del Partido Republicano, Kyle Hupfer, la vicegobernadora Suzanne Crouch y su hermano, el congresista Greg Pence.

Arrived. pic.twitter.com/bEf5c5LxrR

— Allen Carter (@CarterNews) January 20, 2021

“Back Home Again in Indiana” sonó por el altavoz en el aeropuerto de Columbus, Indiana, instantes antes de que Pence, ante una gran bandera estadounidense, se dirigiera a sus partidarios.

“Permítanme también tomarme un momento para agradecer al presidente Trump y Melania por todo lo que han hecho para hacer grande a Estados Unidos”, dijo Pence mientras sus dos hijas, su hijo y su esposa estaban a su lado. “Siempre estaré agradecido por la oportunidad que nos dieron de servir y la forma en que nos permitieron marcar la diferencia en la vida de esta nación”.

Mike Pence, más emocionado que de costumbre, agradeció a su personal, a su familia y a Dios durante el discurso de 15 minutos. A veces parecía contener las lágrimas, con la voz quebrada.

“Si bien no sabemos qué nos depara el futuro”, expresó Pence, “sabemos quién depara el futuro. Estoy absolutamente seguro de que los mejores días, para esta nación única, bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos, aún están por llegar ”.

A cientos de kilómetros de allí, Joe Biden asistía a lo que sería un largo camino de “sanación”, según sus propias palabras.

Horas antes había dejado Delaware, en un discurso igual de emocionado antes de dirigirse hacia la capital estadounidense.

“Siempre seré un hijo orgulloso del estado de Delaware (…). Cuando muera, Delaware estará escrito en mi corazón”, manifestó Biden a quienes se habían congregado para despedirle en el aeropuerto de la localidad de New Castle.

“Aquí es donde, hace 12 años, esperé en la estación de tren en Wilmington para que un hombre negro (Barack Obama) me recogiera de camino a Washington, para convertirnos en presidente y vicepresidente de Estados Unidos”, recordó.

Horas después, partió en un avión privado hacia la capital del país, en lugar de hacerlo en uno del gobierno, rompiendo así con la tradición para los presidentes electos; una señal que muchos asumen como premonitoria de ciertos cambios que se verán en América a partir de ahora.

Su gabinete, de hecho, es el más plural y multicultural en la historia. Si lo hacen bien o mal, ya lo dirá la historia. Y las urnas en el 2024 se encargarán de dejarlo cuatro años más, o mandarlo nuevamente de regreso a Delaware.

Ariel P.

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