Connect with us

Published

on

Texto y fotos: Ana María Alba

“Cazar la gasolina” es el primer objetivo en el día a día de los taxistas cubanos. Las colas pueden ser de cuatro o cinco cuadras, y la espera interminable. Y casi cuando llegan puede acabarse el combustible para trabajar

Son las 5:00 de la mañana. Reynaldo aborda con resignación su taxi y sale a enfrentar la “coyuntura”. Es chofer titular de un auto para mover al turismo rentado al Estado y por el que tiene que pagar diariamente 25 CUC, 24 CUP, un 10 por ciento de impuestos, más la gasolina. “Bendita gasolina”, dice. Sin el combustible y con esta ausencia de turismo, no hay manera de vivir en los últimos tiempos.

A esta hora sale a trabajar pero no para recoger pasajeros, sino para “cazar la gasolina”. El día anterior hizo cinco horas y media de cola en el CUPET de 26 y 41, aunque fueron  infructuosas. “Perdí el día de trabajo, no pude abastecer el carro. Ahora tengo que pagar la jornada y está no sé si será diferente, si podré conseguir gasolina”.

La cola hoy martes en la mañana en el servicentro cercano al aeropuerto José Martí, en Boyeros, alcanza las cuatro o cinco cuadras. Un conteo a la ligera registra más de 60 autos, sobre todo taxis. Y lo peor, ¡no hay gasolina! Están esperando la “pipa” que debe llegar a mediodía.

“Acá faltan más taxis. Hay muchos que han marcado y se van a hacer alguna carrera porque todavía les queda combustible. Es decir, la cola debe sobrepasar los 100 taxis”, me explica Alberto, uno de los choferes que espera pacientemente.

Las colas en las gasolineras son el pan nuestro de cada día para los cubanos

¿Y cuándo vendrá el camión abastecedor?, pregunto. “Sobre las 12 del mediodía. Pero no nos queda otra que esperar”, asiente con desgano.

¿Bloqueo o mala gestión?

A pesar de calificar la crisis energética como “coyuntural”, el gobierno ha indicado que Cuba no volverá a una “situación normal” a corto plazo.

Al respecto, otro taxista que prefiere no decirme ni su nombre reflexiona en torno a si lo que estamos sufriendo hoy los cubanos se debe a la gestión deficiente de las autoridades o al tan cacareado bloqueo. “Es cierto que existe bloqueo, pero ya lo teníamos cuando el Período Especial. Llegamos a aquel punto porque todo se derrumbó de un momento a otro y dependíamos de un tercero (la Unión Soviética). Hoy nos pasa exactamente lo mismo pero con Venezuela. Y mi duda y la de todos los cubanos es la misma: ¿no aprenderemos nunca a prepararnos y a pasarle por encima al bloqueo, o al menos tomar medidas para que no sigamos sufriendo?  No es justo que 60 años después todavía estemos padeciendo las mismas escaseces, los mismos conflictos y, lo peor, oyendo los mismos discursos”, afirma exaltado el taxista que finalmente solo admite que tiene 55 años.

Los días pasan y las limitaciones no dan indicios de remitir, sino todo lo contrario. Los colegas taxistas se ayudan entre ellos y hasta han creado el grupo de Whatsapp ¿Dónde hay gasolina?, con el que se avisan unos a otros.

“La gasolina es nuestro trabajo. Y si no hay trabajo no podemos pagarle la renta al Estado y si no podemos pagarle la renta, pues nos quitan el carro y hasta la licencia de cuentapropistas. A nadie le importa que la situación coyuntural no nos permita salir a trabajar”, reitera otro que aguarda pacientemente recostado a su auto.

La gasolina en las provincias de Cuba

En el resto de las provincias de la isla la situación no es diferente. Otro chofer cuenta que durante el fin de semana tuvo que salir de la capital hacia Las Tunas. No podía negarse a los  clientes que le solicitaron el servicio, pues representaría perderlos y desaprovechar dinero. Se aventuró hasta allá; antes pudo conseguir combustible y abastecerse.

Ya en Las Tunas y para regresar la “cosa se puso negra”. Medio día de cola y empujando el carro pudo llenar el tanque y emprender el viaje de vuelta. “En la carretera sí había gasolina en algunos CUPET. Pero con bastante cola también”.

En el grupo de Whatsapp de los taxistas también denuncian irregularidades. Alguien escribió que no le dejaron echar en una gasolinera en el municipio Playa porque el combustible estaba destinado a sectores priorizados: embajadas, hospitales y sus servicios de hemodiálisis, entre otros.

Otro habla sobre una riña a batazos entre dos hombres que hacían la extensa cola en el Cupet de Perla y calle 100, en Altahabana, frente al hospital William Soler.

Muchos se quejan de que no les permiten echar la gasolina en envases. En las colas te topas con quienes ya no les queda apenas nada en el tanque y tienen que llevar el carro hacia los dispensadores remolcando o empujando. “Hay que trabajar lo poco que podamos y dejar un poco de combustible para ir hacia donde haya, porque de otra manera no te lo permiten. Cada vez estamos más mal”.


¿Quieres reportar algo? Envíanos tu información a:

[email protected]

Comentarios

LO MÁS TRENDING

LO MÁS VISTO