Artista italiano vende escultura invisible por 18 mil dólares

Al artista italiano lo acusan de llevar el arte a extremos del no arte, con lo inmaterial. Él se defiende.

Otra vez un artista italiano causa controversia, y no es Maurizio Cattelan, el del platanito y la cinta adhesiva en Art Bassel, Miami.

Se trata de Salvatore Garau, otro artista italiano que recientemente vendió una escultura invisible llamada “Yo soy”, según reporta Il Giorno. La obra se vendió en $18 mil dólares.

Si ya “el arte” y los críticos, habían puesto el grito en el cielo con el cuadro del artista italiano Cattelan, que se vendió en muchísimo más que $18 mil dólares, aquello por lo menos “tenía un marco” y una figura, aunque luego vino alguien y se lo comió todo. Este “Yo soy”….  ¡se las trae!

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La obra puede colocarse en cualquier habitación especial libre de cualquier obstáculo y con dimensiones de unos 150 x 150 centímetros, según los requisitos del autor, pero la figura no existe. Es etérea. No se ve. No hay nada. La obra de arte es completamente invisible.

Es puro vacío.

Pues bien, ese vacío del artista italiano Salvatore Garau vale 15 mil euros (el equivalente a unos 18.300 dólares); o al menos, ha logrado venderlo en ese precio.

Es – dice el artista italiano – una escultura, a la cual no la afecta ni la iluminación, ni el clima, ni el sol, ni la lluvia, ni la humedad, ni el viento.

Garau ha recibido “ataques” tras la venta. Le han acusado de llevar el arte moderno a extremos insospechados, o al no arte; le dicen que se ha burlado de todos vendiendo una nada. Él les responde que vendió un vacío.

“El vacío no es más que un espacio lleno de energía, y aunque lo vaciemos y no quede nada, según el principio de incertidumbre de Heisenberg, ese nada tiene un peso”, argumentó Garau.

“Por tanto, tiene energía que se condensa y se transforma en partículas, es decir, en nosotros”, explicó.

“En el momento en que decida exponer una escultura inmaterial en un espacio determinado, ese espacio concentrará cierta cantidad y densidad de pensamientos en un punto preciso, creando una escultura que desde mi solo título adoptará las más variadas formas”, resumió el artista italiano.

Cualquiera puede ver la obra como quiera verla, y no se las mostramos porque no hay foto ni video de la misma.

La escultura del artista italiano en un principio pensaba venderse entre 6 mil y 9 mil euros, pero alcanzó los 18 mil dólares en la subasta.

El que pagó por ella recibirá su correspondiente sello de autencidad y de “propietario”. Si se embulla, podrá comprarle a Garau más obras similares, pues aunque parezca extraño, el artista italiano tiene una llamada “Buda en contemplación” (pueden verlo aquí), y otra que se llama “Afrodita llora”, muy similares a este “Yo soy”.

por Ariel P.