Yuli se exhibe en La Habana, pero el libro de Acosta sigue durmiendo la dulce siesta

El público cubano confirmó ayer – y de seguro continuará confirmándolo en estos días – que el éxito internacional que alcanzó fuera de las fronteras cubana el filme “Yuli”, inspirado en la vida del bailarín cubano Carlos Acosta, no es obra de la casualidad.

La dramática historia de Acosta llevada con precisión al celuloide por la directora Icíar Bollaín fue aplaudida hasta el delirio ayer en la salas en las cuales se proyectó como parte del programa del Nuevo Festival de Cine Latinoamericano.

“Todo el mundo quiere ver la película”, confirmó a este redactor Abilio Hernández, un cubano “de los de a pie”, tal y como él se define.

Abilio revela a Cuballama que él nunca fue al Ballet, pero que el revuelo causado por la proyección del filme en Europa, y que su sobrina le contara que en los almacenes del Instituto Cubano del Libro “duerme una plácida siesta” el libro que inspirara la película, le inspiró a ir a ver la película porque “es probable que me muera y nunca vea la luz el libro.”

“No sé; yo no entenderé mucho de ballet, pero no veo lógica en que exhiban el la película en el cine y no saquen a la venta el libro. Si hubiese sacado el libro esta tarde, en el cine que yo fui, los hubiesen vendido todos los ejemplares,” asegura.

Una historiadora cubana que pidió el anonimato aseguró a Cuballama que todo lo que narra Acosta en el filme y en el libro está estrictamente apegado a la verdad.  Según ella se trata de “una guerrita contra Carlos Acosta”.

“Hay 5000 ejemplares de su libro durmiendo el sueño eterno en un almacén del Instituto Cubano del Libro y NO LO SACAN, porque él ha contado su verdad. Fui lectora del borrrador de su libro y te digo que (Acosta) trata a Alicia Alonso como una reina, pero dice la verdad: cuando regresó, ella no lo dejó entrar en la sede del ballet y él tuvo que ir a ver a sus amigos en El Carmelo.”

De la historia que narra Yuli ya se han escrito toneladas de tinta, pero no por ello deja de ser encomiable. Es más o menos la misma historia que narra Rosa Marquetti en su libro sobre Chano Pozo, lo que si en el caso de Chano se trata de un músico, aquí hablamos sobre un bailarín que desde su entorno pobre, casi marginal, se abrió camino a base de sacrificio y esfuerzo, y es hoy por hoy una de las grandes figuras del ballet a nivel mundial.

Abilio cree que esa historia “pudiera servirle a muchos en este país, hoy, que hay tanta desilusión“, y por eso invita a todo el que pueda a que asista al cine.

“Ya veremos si venden el libro, yo creo que sí, que algún día lo sacarán,” expresa finalmente.