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A Carlos Acosta le costó mucho tiempo entender que la separación de su familia a causa de la danza era algo positivo, que su padre no le había forzado a ser bailarín por capricho. Ahora, con 44 años, lo tiene muy claro: “El arte me salvó”, afirma rotundo en una entrevista con la agencia EFE.

“¿Qué podría haber sido yo, hijo de un camionero?”, se pregunta el bailarín, que se responde inmediatamente: “Hubiera sido delincuente o me habría ido en una balsa”, pero nunca bailarín.

Su dedicación al teatro le alejó de todo eso pero también de su familia y fue esa soledad la que le llevó a escribir un libro, “No mires atrás”, que sirvió como base para la película “Yuli”, dirigida por la española Iciar Bollain y que se ha presentado en la sección oficial del 66 Festival de Cine de San Sebastián.

Carlos Acosta durante la entrevista con la agencia EFE

En las primeras proyecciones la película tuvo muy buen acogida. El bailarín  cubano llegó a San Sebastián en la mañana del domingo desde Austria, pues la noche anterior actuó en el Festival de St. Pölten.

https://twitter.com/24h_tve/status/1043909401055318023

Carlos Acosta ha sido el primer artista de raza negra que llegó a primer bailarín del Royal Ballet de Londres, donde permaneció más de 16 años, hasta que hace dos decidió regresar a su Cuba natal: “Yo solo quería estar con mi familia mientras todo el mundo quería irse de Cuba”, recuerda mientras se reconoce marcado por la soledad a la que le abocó la danza.

Fue precisamente su llegada a Londres, con el frío, la lluvia, la soledad y las pocas oportunidades iniciales para bailar en una compañía plagada de estrellas lo que le llevó a una depresión de la que salió escribiendo No mires atrás“.

El bailarín demoró diez años en escribir el libro y ha tardado otros diez para que ese texto se convirtiera en una película, algo que consiguió cuando la idea cayó en manos de la productora Andrea Calderwood, que le propuso a Paul Laverty -guionista habitual de Ken Loach y pareja de Iciar Bollain- hacer el guión. Acosta está agradecido del trabajo de Laverty y de Bollain: “es una directora que busca la verdad”.

En reciente entrevista con Fotogramas, Bollain explicaba: “Nunca habíamos visto un biopic en el que el protagonista real participase, fue una de las claves de la película, además de aprovecharnos del lujo de tener a Carlos Acosta y a su compañía bailando. La ficción nos lleva a la realidad, es una especie de elaboración de la realidad y, si tiene verdad, te llega”.

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