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Cuba

Vino casero: una bebida para festejar este fin de año en Cuba

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Algunos cubanos han visto un negocio en preparar vinos caseros para las fiestas de fin de año

El cubano no ha parado de innovar buscando salidas; estas fechas se presentan idóneas para crear. A muchas mesas en la isla irá una particular bebida este fin de año, creada por los miembros de una familia. Ramón y Mari aprendieron la receta juntos. El matrimonio jubilado, que fabrica vinos criollos todo el año, ya está degustando el que han preparado para la Nochebuena.

Con algunas libras de arroz, azúcar y levadura, son capaces de preparar cantidades abundantes para compartir con vecinos y amigos: “Es una alternativa económica a la cual contribuyen todos. Cuando montamos uno, las personas nos ayudan con los ingredientes a cambio de un pepino una vez terminado”, señala la dama.

En recipientes con capacidad para ocho litros o más, Ramón añade el ingrediente seleccionado: “En ocasiones piña troceada y un poco del jugo, cuando la consigo, uva mora o caña”. De todos estos, lo más fácil de conseguir y, por tanto, el vino más famoso de la comunidad es el de arroz.

“Aunque pocos tienen constancia, del frijol negro también se saca un bebida exquisita. Ese es el menos común para nosotros, pues la cantidad requerida para la preparación es casi inalcanzable”, continúa el hombre.

Los ajenos a nuestra realidad, pudieran pensar que esta pareja es una en miles. Para nada. Cada año son más quienes buscan alternativas al proceso de fabricar vinos.

Cuando le pregunto a Masiel, joven estudiante de Pedagogía y asidua ayudante en los procesos de preparación y montaje de la fórmula, me cuestiona: “¿Has visto el precio de una botella de vino –mala- en la tienda? ¿Dónde está el Fortín, de producción nacional?”

En efecto, los precios de una botella barata en Cuba oscilan los 11 CUC y el contenido no supera los 75 cl. Por su parte, el de producción nacional, comercializado en 50 pesos cubanos, se hace cada vez más incapturable.

En el bar del restaurante estatal Milán casi se pierden las esperanzas: “Entró la semana pasada y ya no hay. Mientras más se acerca la Nochebuena, más difíciles son de conseguir pues son preferidos para acompañar esa fecha”, asegura la cajera. Dependientas de varios establecimientos me dijeron lo mismo.

Carmen despacha en el Ten Cent de 23 y C. Esta tienda no es la excepción de la regla en cuanto a la existencia: “Nosotros aquí vendemos del blanco y el tinto, mejor el segundo. Hoy, no tenemos ni para los trabajadores. El problema es que viene el fin de año y eso es lo más suavecito –y barato- para darle a las personas mayores durante el brindis”.

Entonces es la necesidad el motivo principal para fabricar vino artesanal en los hogares. Olga, vecina de la calle Colón esquina Genio, conoce “las perdidas que se da el vino en fin de año por lo cual vende el casero a 40 MN el pepino. Siempre de uva mora, pues le da un mejor color. Las recojo detrás de la Plaza de la Revolución cuando es temporada; si no lo hago de piña, también se vende rápido”, finaliza.

Por si te interesa la receta de este último, aquí te la dejamos:

8 libras de azúcar prieta
6 piñas (troceadas o hechas jugo)
1 cucharada de levadura
Agua para rellenar.

Pasos:
En un pomo de cristal debidamente lavado, se mezclan todos los ingredientes. Se pone en un lugar oscuro, donde se evite mover el recipiente. Se sella con una tela, a fin de permitir el intercambio de gases. Para un mejor resultado, tapa con un globo a fin de que los gases despedidos se reintegren a la bebida.

María Carla Prieto


 

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