Villa Gloria, la casa de Capablanca, en el total olvido

Para represión y propaganda sí tiene recursos el gobierno cubano. Pero, la casa de Capablanca -campeón mundial de ajedrez-  en Buenavista se cae

José Raúl Capablanca es de esos cubanos a los que deberíamos reverenciar. Sin embargo, la casa del genial ajedrecista en el barrio de Buenavista -en el municipio habanero de Playa- languidece.

La prensa oficialista, eso sí, repite aquello de que le conocían como el Mozart del ajedrez. Y este año ha recordado el centenario de la partida en la que el cubano José Raúl Capablanca arrebató el campeonato mundial al alemán Emanuel Lasker. La última partida se jugó en La Habana en abril de 1921, era la número catorce y el marcador estaba entonces 9-5 a favor de Capablanca. Ganó el cubano y Lasker se retiró del campeonato.

La casa de quien fuera el tercer campeón del mundo de ajedrez, título que retuvo hasta hasta 1927 -cuando lo perdió ante el ruso Alexander Alekhine-, es una verdadera pena. Ni las autoridades deportivas de la isla, ni quienes gobiernan la isla como si fuese una finca privada, la consideran una prioridad.

Un artículo publicado hoy en Diario de Cuba recoge testimonios de las personas que hoy habitan allí, en medio de las ruinas. Villa Gloria, levantada en Buenavista, la construyó Capablanca con el dinero del campeonato mundial. Lo concibió como un regalo para su prometida, la camagüeyana Gloria Simoni Betancourt.

Alberto es un anciano que vive en la planta alta de Villa Gloria. Contó al reportero: “Vine a vivir aquí en el año 1972 y ya no había losas en la terraza. Con el tiempo y la falta de recursos para mantenimiento la casa se fue deteriorando y el mirador se derrumbó. Yo vivo solo y he solicitado ayuda para arreglar esto, pero nadie me escucha. Del ajedrez yo no sé nada, ni siquiera sé jugar”.

En 2017 la nieta mayor de José Raúl Capablanca conversaba en Miami con el colega Rolando Nápoles de AméricaTevé. Gloria Palacios Capablanca veía por primera vez en imágenes la casa de su abuelo.

Neus Francino