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Una sonrisa contra el odio, en sus propias narices

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El Islam es amor. Que individuos practicantes del islamismo se radicalicen es otra cosa, pero la religión del islam no propaga el odio; al contrario.

A pesar de eso muchos son los que han radicalizado sus sentimientos contra los musulmanes y se aventuran a realizar protestas con banderas que a todas luces, son las mismas: las del odio.

Y si estos “cinco gatos” de la foto creyeron que podrían provocar el miedo en una persona como Shaymaa Ismaa’eel, de apenas 24 años de edad, ¡qué equivocados estaban!

Así que, delante del cartel que expresa “¡El Islam es una religión de sangre * asesinato!”,  Shaymaa les dio una verdadera lección.

Las fotos se están conviertiendo en viral. Shaymaa Ismaa’eel, enfrentó al odio con una sonrisa, en las propias narices de los haters, y con ellos de fondo.

Su gesto no ha pasado desapercibido para miles de internautas, tuiteros fundamentalmente, que han inundado su red social con mensajes de apoyo, entre los que destacan algunos que sugieren que la foto hasta sea colocada hasta en un museo.

El 21 de abril sonreí ante el fanatismo y me fui, sintiendo el mayor logro y regocijo,” expresó en Twitter la joven dos días atrás, y su post acumula más de 192 mil LIKES, y se ha retuiteado 55 mil veces. En Instagram, ya acumula 160 mil ME GUSTA.

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Los manifestantes se encontraban parados frente al Círculo Islámico de América del Norte en Washington DC durante el fin de semana. Ella los vió y dice que decidió involucrarse en el asunto pero en lugar de responder con frases de odio, dijo que ” quería responder con amabilidad y energía positiva.”

“Quería que me vieran la cara y caminar no era suficiente.”

Entonces pensó y dijo para sus adentros: “¡¿Qué pasaría si tuviéramos un altavoz que escuchara las cosas hermosas que estamos aprendiendo sobre nuestro amado profeta?”

“Mi rostro se iluminó cuando los vi. Le grité a mi amiga Jamilah: ‘¡Ahí están! ¿Puedes tomar una foto?”, contó la joven a Buzzfeeds.

“Caminé mientras continuaban gritando su odioso discurso. Le pregunté al oficial de policía si podía pararme en la acera frente a los hombres y este dijo ‘no‘, y en ese momento me sentí muy rebelde. Sonreí mucho en la imagen y el hombre [comenzó] dirigiendo su discurso hacia mí. Cosas tontas como “tu rostro debería estar cubierto”.

A pesar de su rebeldía, dijo que nunca pensó que se convirtiera en algo viral.

“Lo positivo de todo esto es muy alentador y me hace feliz saber que los jóvenes pueden ver a alguien que no se disculpa ante las personas que odian su religión”.

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