Una imagen nueva que nos recuerda un terrible accidente

Aunque ocurrió a cientos de cuadras de distancia, la imagen que un usurio identificado como Emanuel Sarroca, compartió en su perfil de Facebook ha provocado el escozor en todo el que la ha visto. Es la imagen que recuerda el terrible accidente ocurrido el pasado 19 de mayo en el Malecón habanero cuando un viejo carro americano – o almendrón, como se les conoce popularmente – se subió a la acera y provocó la muerte de al menos cuatro personas.

¿Qué tiene de similitud esta otra imagen? Pues que se trata de un suceso similar al ocurrido en el Malecón. Un auto similar, y también subido a la acera.

Nótese que por escasos centímetros, o segundos de diferencia no ocurrió una catástrofe. El auto se subió a la acera justo en las cercanías de la parada del hospital Frank País de La Habana.

Y aunque no nos guste, hay que admitir que los almendrones están circulando con remiendos. Y desde hace ya 60 años.

Si bien es cierto que en periodos no tan complejos las piezas aparecían de un modo u otro, ahora no sucede así. Además, la misma inventiva ha introducido reformaciones en no pocos autos. Reformaciones para las cuales estos antiguos carros no están diseñados.

Perforaciones hechas en un chasis para sujetar un tornillo; una pieza que “no va”; un alternador “que no es el que es”, una cadena “reparada”… a todo eso súmele los años, a veces la indisciplina social, la poca responsabilidad y el alcohol.

Los accidentes de tránsito en calles y carreteras se cobraron en los últimos días la vida de hasta 11 personas en el territorio cubano. En este al parecer no hubo que lamentar pérdida de vidas humanas, pero la imagen no deja de evocar el terror.

Debería además, incentivar la respuesta inmediata de las autoridades. Es necesario que se dicte de modo urgente, un “somatón” para todos estos autos antiguos. Es necesario que la Aduana General de la República, y los organismos y Ministerios interesados e involucrados en este particular tomen nota de esto que está sucediendo, y dictaminen lo que tengan que dictaminar.

Nada es más valioso que una vida humana.

Roberto A.