Cuba
Un DJ con récord Guinnes está en Cuba
Por Manuel Camejo
Desde Miami y hasta Europa son muchos los seguidores de The Mario DJ. Este italiano está incluido en el Libro de Récord Guinnes tras pinchar ininterrumpidamente por 131 horas.
The Mario DJ es además sinónimo de éxito, desde sus inicios cuarenta años atrás, de constancia, de trabajo duro y de dedicación.
Azares de la vida y de su trabajo lo hacen llegar ahora por primera vez a Cuba, país que en los últimos años se ha convertido en escenario para The Rolling Stones, o en pasarela para el fallecido Karl Lagarfeld con su colección Crucero para Chanel.
Esa es la Cuba que hoy recibe a The Mario DJ, quien acaba de dar un concierto en La Piragua y participará en abril en el festival Habana Ciudad Electrónica.
En una entrevista sin planificación previa, el italiano, con gorra, gafas de sol y brazos tatuados –tal vez características ya preestablecidas para los músicos– me recibió con gusto.
¿Quién es The Mario DJ?
Mi historia empieza mucho tiempo atrás, siempre quise ser DJ, era mi sueño desde niño y al día de hoy es el único trabajo que he tenido; me gusta que la gente me siga, y es precisamente la electrónica la reina de los grandes festivales.
Comencé en este mundo en 1980, con el furor de la música disco, de Saturday Night Fever. Para lograr mantenerme tantos años estoy al tanto de las nuevas tendencias de la música, además siempre hago mis producciones. Hasta ahora tengo en mi haber más de 1000 grabaciones.
Cuéntame sobre la hazaña del Récord Guiness
Primeramente fui a buscar en el Libro de Récord Guinness, y no había nada sobre DJ’s, solo marcas de tiempo establecidas por locutores hablando en la radio, entonces decidí hacer varias sesiones hasta estar seguro de que nadie podría vencerme.
El récord lo establecí con 131 horas. Eso son 5 días y 11 horas pinchando sin parar, es muy difícil porque no puedes hacer más que estar allá arriba tocando, la música no debe ser más larga de tres minutos, no puedes dejar espacio vacío entre una canción y la otra, no importa cómo las mezcles, bien o mal, tienes que cruzarlas.
La discoteca donde lo hice se llama Baia Imperiale, un club mundialmente famoso de Italia, y que estuvo abierto por cinco días, las personas venían en la noche, algunas se mantenían en el día, luego venían otras en la tarde, así se mantuvo. Fue divertido y extraño a la vez, no recuerdo nada después del tercer o cuarto día, y durante ese tiempo se va rellenando un papeleo que es el que hace oficial el récord.
Fueron horas sin dormir, no era posible de otra forma, y mi alimento únicamente un litro de agua cada hora.
Y hoy estás en Cuba…
Es mi primera vez aquí, y es un lugar donde me siento muy cómodo y seguro, no veo cosas extrañas como en otros sitios; en Cuba las personas no sienten la necesidad de ser malas, y así es como debería ser.
Sin embargo, las cosas cambian, y Cuba es un lugar donde me veo 20 años atrás, pero aun así con una proyección hacia el futuro.
Creo que si se deja una puerta abierta a que las personas sean ellas mismas tendrán un muy buen porvenir.
¿Qué expectativas te genera actuar en La Habana?
Cada vez que mezclo me enfoco en hacer lo mejor, sea para una persona o para diez mil, siempre toco de la misma manera. Espero dar todo de mí y espero que el público venga a la fiesta.
¿Qué piensas de la música electrónica que se hace en la isla?
Creo que los DJ’s y los productores cubanos aún conservan sus raíces, y eso lo vuelcan en la música electrónica, estoy pensando en la percusión, en instrumentos reales.
En esta era electrónica hemos perdido un poco esa calidez de los instrumentos en las grabaciones. Ahora la música es un poco más fría con las máquinas, creo que siempre tiene que haber ese elemento humano, no es fácil, pero se puede hacer.
¿Tiene en mente algún proyecto de colaboración entre artistas cubanos e italianos?
Me gustaría tener una disquera para los muchachos cubanos donde pongan su música y puedan estar en el mercado mundial, creo que sería interesante intentarlo.
Cuando termine su estancia en la isla ¿tiene pensado regresar?
Seguro, volveré, no sé cuándo porque luego de La Habana viajo a Miami para la Winter Music Conference. Tal vez pueda venir acá el año próximo antes de otra edición de ese evento y del Ultra (Festival).
¿Algún mensaje para los músicos del patio?
Les digo a los músicos cubanos y a los DJ’s que se mantengan así, su música es libertad, porque viene del corazón y es algo que me queda claro cuando la escucho.
