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Un cubano intenta llegar al libro de Récord Guinness aplastando latas de cerveza. Y no lo hará con un martillo, ni tampoco con una maza. Tampoco usará una prensa hidráulica; lo hará usando sus omóplatos.

Parecerá para muchos una locura pero este joven que se identifica en Facebook como “Crhistian Contorcionista”, asegura que puede lograrlo.

Con dotes de contorsionista natural este joven pretende hacer lo que nadie ha hecho, y el libro de Récord Guinness es eso: el libro que recoge todos los récords. Aquellos normales, y aquellos otros que parecen de otra galaxia. Incluso los que parecen un absurdo ser nombrado “récords.”

Tal vez el de Crhistian sea de estos últimos, pero sin dudas no será fácil lograrlo. Lo malo de ser un recordista Guinness es que con mucha frecuencia te sale un competidor que se entera de tu habilidad, entrena un poco y termina rompiéndote el récord y todos tus sueños.

Sin embargo, no todos tienen dotes de contorsionista natural y Crhistian lo sabe.

El joven se entrena para lograr una hazaña fuera de lo común. Viajó a La Habana donde se asesoró con los hermanos Douglas y Erick Hernández, los dos cubanos que más récord tienen en el Libro Guinness. Ahora, como dice Radio Sancti Spíritus, solo “espera por la oportunidad de establecer su nombre como el mayor aplastador de latas con las escápulas.

Este joven, nacido el 1ro de febrero de 1999, intentará aplastar 20 latas en 1 minuto, o lo que es lo mismo aplastará una lata cada 3 segundos y deberá soportar incluso el dolor que pudiera producirle el filo de la lata en sus huesos.

Ganas no le faltan. Empeño tampoco.

 

 

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