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EEUU

Trump ha engordado pero está bien de salud, dicen los exámenes, y su médico

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El presidente norteamericano Donald Trump ha ganado algo de peso y ahora su índice de masa corporal (BMI) es de 30.4, con lo cual pasa a ser considerado una persona obesa, reveló la agencia AP esta mañana.

Según el cable, sus médicos no están preocupados porque en general se encuentra bien de salud, y señala que el mandatario norteamericano pesaba 236 libras en septiembre de 2016, justo antes de convertirse en presidente, y que ahora ha aumentado unas 7 libras, para llegar en total a unas 243 libras, que repartidas en sus 6 pies y 3 pulgadas lo hacen caer justo por encima del límite que los médicos consideran obesidad.

AP señala que “alrededor del 40 por ciento de los estadounidenses son obesos”, y que con la obesidad “aumenta el riesgo de enfermedades del corazón, diabetes, derrames cerebrales y algunas formas de cáncer”, aunque evidentemente no está claro si con ese 0.4 por encima hay que comenzar a temer por la salud de un hombre que está en constante movimiento paseando por los jardines de la Casa Blanca, y que no bebe alcohol, ni fuma, aunque el único ejercicio que practica es el golf.

Para calmar los ánimos ha salido a la palestra pública el doctor Sean Conley, el médico del presidente, quien explicó que el presidente “sigue gozando de muy buena salud en general”, algo que podemos apreciar constantemente que se le ve en la televisión, subiendo escalerillas del avión presidencial casi que trotando. Su salud es muy buena, considerando que Trump tiene ya 72 años.

Conley, en declaraciones recogidas por AP, dijo que las pulsaciones del corazón del presidente se mantienen en 70 por minuto, y que su presión es de 118 por 80, lo cual es MUY BUEN SINTOMA.

Pruebas de laboratorio de rutina dirigidas a chequear “las funciones de hígado, riñón y tiroides de Trump son normales, al igual que sus electrolitos y sus recuentos sanguíneos”, expresa AP refiriéndose a lo expresado por el médico. Y continuó dando buenas nuevas.

“Un electrocardiograma, una prueba que mide la actividad eléctrica generada por el corazón a medida que late, se mantuvo sin cambios respecto al año pasado.”

Mejor aún: su lectura de colesterol mejoró desde el año pasado, llegando a 196, luego de habérsele medido un 223  en enero de 2018.

Así que, al parecer, tendremos Trump para rato.

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