Cuba
Todos hablan de Onel, menos los que deben llevarlo al equipo Cuba
La llegada de un futbolista cubano a la Premier League es noticia en todo el mundo. Se trata de la primera ocasión en la historia del fútbol cubano que un nacional llega a la Primera División de la Liga Inglesa, para muchos considerada como la más exigente del mundo, y junto a la española y la italiana una de las tres mejores. Pero, ¿cómo llegó ahí Onel Hernández?
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La respuesta a esa pregunta ya la conocen muchos. El nacido en Morón, Ciego de Ávila fue pieza vital en el ascenso del Norwich City a la Primera División del Fútbol Inglés. Para lo que todavía no hay respuestas es por qué Onel no está en la Selección Nacional de Cuba de Fútbol.
A estas alturas para responder tal desatino no basta con mencionar que Onel ha insistido una y otra vez en que quiere vestir la camiseta de la absoluta cubana. Ahora, para rematar su pertenencia a la isla, ha sacado una bandera cubana, la ha situado justo delante de su cuerpo y miles de flashes han tomado una instantánea que le está dando la vuelta al mundo. Todavía, sin embargo, nadie se explica cómo es que Onel no está vistiendo el uniforme de Cuba.
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Hasta el portal Prensa Latina, aunque con cierta tibieza lo dijo.
“Hasta ahora, Hernández no ha podido defender los colores de su país en competencias de selecciones nacionales, pese a mostrar su interés en reiteradas ocasiones.” Prensa Latina no dijo sin embargo que el chico estuvo a punto de sumarse hace unos meses y que incluso, llegó a comprar un pasaje aéreo para incorporarse a los entrenamientos de la absoluta cubana. A última hora recibió una llamada absurda por parte del DT cubano. Podía viajar, estar en el entrenamiento, entrenar incluso, pero no podría vestir el uniforme. ¿Para qué iría Onel a entrenar si no iba a jugar con el uniforme del equipo de las cuatro letras? ¡Un absurdo!
Hasta la página en Facebook de la Embajada de Gran Bretaña en La Habana puso una foto de Onel en su perfil. 226 reacciones, varios shares y unos pocos comentarios pudieran decirnos que no ha habido repercusión, pero al menos lo pusieron. Ni la Asociación Nacional de Fútbol de Cuba, ni el INDER han hablado del asunto.
Un absurdo total, por cuanto se trata de un jugador que no abandonó una delegación oficial mientras competía, sino de un joven que salió de Cuba con apenas 6 años de edad y que se formó futbolísticamente en el extranjero.
Un joven que además, ha vivido ajeno a todo tipo de “política”. Su madre incluso se encuentra repatriada en Cuba. Onel posee más de una razón para amar a Cuba, pero el Instituto del Deporte cubano, o alguien “más arriba” no lo quiere.
