Luego de 4 años de espera ¡ya tiene su Título de Propiedad!

Un hombre escribió el pasado 11 de diciembre a la columna Acuse de Recibo en el diario Juventud Rebelde. En la misiva reflejaba que su esposa llevaba ya cuatro años esperando para obtener el título de propiedad de su vivienda.

Parecía esta la única tabla de salvación a la cual se aferraba, desde la ciudad de Santa Clara, Rafael Nieves Hidalgo o más bien su esposa, Emilia Maritsa Santos, la mujer que desde junio de 2016 entregó todos los documentos requeridos para actualizar la propiedad de la vivienda, tras una rehabilitación integral y que desde esa fecha vivió, en carne propia, los avatares de la burocracia en Cuba.

La carta, escrita por Rafael, su esposo, relataba del Pi al Pa todo lo concerniente al mare magnum de incomprensiones, falta de sentido común, deseos de trabajar, de hacer las cosas bien, en los que incurrieron numerosos funcionarios de distintos departamentos involucrados en darle el Título de Propiedad a Emilia.

Si uno los resume todos, uno por uno, se encuentra hasta con que el Registro Civil contribuyó al desmadre, al entregar una Certificación de Nacimiento con errores, que por supuesto, a costa de su bolsillo y tiempo en gestiones debió pagar Emilia.

Eso fue en septiembre de 2017, pero luego “desfilaron en la carroza de la burocracia”, el director municipal de Planificación Física y Notaría, que armados de una raqueta de tenis cada uno, se plantaron a ambos lados de la cancha a pelotearse el problema hasta el 8 de diciembre de 2020.

¡Vaya partido ese! Ni Roger Federer vs Rafa Nadal.

“En resumen, decía Rafael en su carta, desde junio de 2016 hasta el 8 de diciembre de 2020, han peloteado a mi esposa. De Planificación Física a la Notaría hay más de dos kilómetros. Ella está jubilada por invalidez y tiene 62 años y ha tenido que dar todas esas carreras“, concluía.

Ahora, escribieron al Juventud Rebelde Osvaldo J. Fariñas Viera, director provincial de Planificación Física en Villa Clara, y Manuel Lazo Cárdenas y Rolando Cruz Cardoso, especialistas principales, de la oficina de Atención a la Población y del departamento Jurídico de esa entidad, respectivamente.

Los funcionarios han decidido “Declarar Con lugar la queja establecida por Rafael Nieves Hidalgo, ya que se dispone de oficio la cancelación del certificado de Habitable número 1645/2017 de fecha 2 de mayo de 2017 por los errores que padece, a favor de Emilia Maritsa Santos Cruz; y que de inmediato sea expedido otro por especialistas de esta Dirección Provincial de Villa Clara, por haberse detectado violaciones en su otorgamiento”.

Indican además que “el caso se revisó por el Departamento Jurídico, y se comprobó que la razón radicaba en que la Dirección Municipal de Planificación Física de Santa Clara emitió en varias ocasiones subsanaciones y en ellas cometió nuevos errores, lo que imposibilitó a Emilia Maritsa realizar su trámite notarial”.

Reconocieron asimismo que “tales procederes constituyen violaciones en la tramitación”, pero nada de eso podrá devolverle la salud GASTADA  – porque créanme, en Cuba se gasta la salud y la vida uno en esos trámites – a la pobre mujer que tuvo que esperar durante ¡cuatro años! por obtener la nueva propiedad de su vivienda, “por errores y descuidos reiterados de la Dirección Municipal de Planificación Física”.

Como bien indica Pepe Alejandro, “solo se resolvió el problema -la entrega del Título de Propiedad- cuando en esta columna se publicó la queja de su esposo”, lo cual demuestra a las claras la ineficiencia del sistema socialista al engranar las piezas que permitan solucionar a tiempo y eficazmente, problemas de la población que nada tienen que ver con “el bloqueo” o “el imperialismo yanqui”, los “dos culpables de siempre”, a los cuales el oficialismo echa mano cada vez que intenta justificarse por algún problema.

Dice Pepe, que en la misiva, los funcionarios ni siquiera se tomaron la molestia de explicar “qué medidas se adoptaron con los responsables de tantas chapucerías, que tuvieron a esa familia en un sistemático ir y venir”. Un clarísimo ejemplo de cómo funciona la burocracia socialista en Cuba.

Roberto A.

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