Terminan las obras en boulevard de San Rafael

Texto y fotos: Vladia Rosa García

Pese al anuncio oficial de que las obras concluyeron en el boulevard de San Rafael, los vecinos se quejan de algunas tiendas con pésimo aspecto y malos olores

Concluyó la reparación del boulevard de la calle San Rafael. Las cinco cuadras que ocupa, desde Galiano hasta la esquina del hotel Inglaterra, dicen vestir un traje nuevo.

Como parte de los festejos por el 500 Aniversario de La Habana, se llevó a cabo un arreglo total de las instalaciones y el suelo del paseo habanero. Quedaron restaurados 57 puntos que se encontraban en evidente deterioro, según refiere la prensa oficialista.

Sin embargo, los establecimientos de más méritos son los de particulares: paladares, empresas de tecnologías y casas de confecciones textiles que se despliegan a lo largo del boulevard. En su mayoría tienen aire acondicionado y comodidades suficientes para la espera del servicio o la estancia del cliente.

Las entidades del Estado parecen no tener solución. Los servicios de alimentos ligeros carecen de variedad en la oferta. Las dos cremerías que existen, son distinguidas por su demora y el mal trato. “Todo quedó precioso, pero todavía faltan cosas, no es solo reparar sino abastecer los lugares. En casi todos solo hay vino, ron y refresco”.

Muchos afirman que es más una zona para mirar que para comprar. “Hay locales elegantes, bonitos, pero a los que no todos podemos acceder. Por ejemplo, si quieres almorzar debes comerte una pizza o un pan porque para sentarte en algún sitio debes tener mínimo 30 CUC”, comenta una señora mientras descansa del paseo con su nieta.

Los habaneros quieren contar con comercios en moneda nacional que alivien las necesidades de los más pobres. “Quitaron las tiendas de ropa reciclada. Antes había cinco y ahora no dejaron ninguna. Al menos hay una ferretería, eso son lugares claves porque resuelven problemas”, explica Luisa, quien vive en Galiano.

Al menos se eliminó el agua estancada que antes identificaba al boulevard de San Rafael. “Ya no es un lugar polvoriento y sucio”, reconoce un vendedor de artesanía de una de las vías aledañas.

“Faltan cestos de basura. El pavimento no tiene más que unas pequeñas colillas de cigarro porque los barrenderos pasan todos los días, pero eso es ahora que es nuevo. Caminando desde Prado no hay dónde echar la basura, solo un contenedor en la esquina de Águila, desbordado de desechos”, reconoce Olivet, residente en la calle Neptuno.

En general, los ciudadanos agradecen el área terminada. No obstante, les preocupa que haya tiendas que aún no se terminan y sus afueras están llenas de agua y orina. Alejandra, quien reside en uno de los edificios del boulevard de San Rafael, enfatiza: “Tal vez con los días se les olvide y esto quede a medio acabar. Por ahora, los 500 van a tener avenida nueva. Esperemos que dure, y dentro de unos meses no se levante el piso”.