Cuba
“Ahí sí te pierdes en la curvita”, la frase de un funcionario cubano a un quejoso
Un funcionario de transporte en Baracoa irrespeta a un cliente que se queja por la pérdida de unos artículos que iban dentro de su maletín. La respuesta del director de la UEB Ómnibus Nacionales Guantánamo, es digna de ser incluida en el Tratado de Indefensión del ciudadano cubano.
Lo sucedido a Dionelvis Romero Laborí tiene tres enseñanzas: una, el hecho del robo en sí; otra, fundamental, que los directivos y cualquier funcionario público cubano precisan saber que, cuando se encuentran en funciones de trabajo, pronunciar frases como “Ahí sí te pierdes en la curvita” demuestran muy poca profesionalidad y terminan haciendo mucho daño en personas que acuden a instituciones en busca de respuestas a determinado problema. Y tercera, no menos importante, que las respuestas institucionales ante las quejas de la población, a veces dejan el más amargo de los sabores: la desprotección al consumidor; porque esta historia, de un “maletín perdido”, tiene tres partes. Cual de ellas más dolorosa.
Los hechos
“Ahí sí te pierdes en la curvita” – y ya veremos qué más le dijo – le expresó el Jefe de la Terminal de Baracoa, Gadiel Matos Leyva, a Dionelvis Romero Laborí, un ciudadano cubano que viajó desde Guantánamo a la ciudad a Camagüey el pasado 7 de abril cuando este vino a reclamar la pérdida de unos objetos que estaban dentro del maletín que él entregó antes de subir al ómnibus.
Dentro de este maletín había una carpeta que contenía “un celular, una cajita decodificadora Runch, una memoria de 16 gigas, un cargador de teléfonos Samsung, una linterna Holex, una pinza de electricista, dos destornilladores, un neón y una cuchilla de electricista.” Sin embargo, al llegar a la ciudad de Camagüey y abrir el equipaje descubrió que la carpeta, con todo su contenido dentro había desaparecido.
Luego de gestiones hechas en Camagüey, regresa a Baracoa once días después.
Al presentarse en la Terminal y localizar al Jefe de la misma, este le expresó que ese día “no podía atenderle, pues tenía inspección.”
Dionelvis preguntó cuándo podría ser, y el jefe le respondió: «Aguanta un momento ahí; así no, ahí si te pierdes en la curvita, porque tu problema no se sabe si se va a resolver».
Que se iba a perder en la curvita no fue lo peor que le dijo
La falta de profesionalidad del funcionario no quedó ahí.
El quejoso, Dionelvys, fue día tras día, desde el 18 de abril al 23 del propio mes, a la Terminal de Baracoa, a fin de resolver el extravío de su carpeta. No resolvió nada.
Lo peor no fue no resolver – ¿o si? – sino que conoció de la peor manera posible que Usted pueda imaginar, la cara más arrogante y prepotente del Jefe de la Terminal de Baracoa, el ya nombrado e identificado Gadiel.
El doliente asegura que el último día, el funcionario le dijo que «él no tenía recursos para solucionar mi problema, que su empresa no era responsable de nada que estuviese dentro del equipaje… Que fuera a la Fiscalía o donde me diera la gana».
La historia de Dionelvis tuvo un final agridulce
La queja de este cubano fue publicada en la columna Acuse de Recibo, en el diario Juventud Rebelde.
Días después de que Dionelvis escribiera al diario, preguntándose entre otras cosas sobre la protección al cliente, y sobre la existencia de directivos que maltratan a los usuarios de tan mala manera y no sucede nada luego, respondió Bernardo Bignotte Rojas, director de la UEB Ómnibus Nacionales Guantánamo.
Este otro funcionario, de mayor rango que el anterior, reveló que se hizo una investigación al respecto “incluidas entrevistas con Dionelvis y con Gadiel Matos Leyva, jefe de la terminal de Baracoa”
En la investigación de todo lo sucedido “se comprobó que este último violó el reglamento para la atención a las quejas de la población del sector del transporte. No dio el tratamiento indicado al recibir la queja enviada por la UEB Camagüey. Y no la comunicó a quien atiende la oficina de quejas de la población en Ómnibus Nacionales Guantánamo.”
Por si fuera poco, Gadiel “violó el Decreto Ley 197, en cuanto a inobservancia de las disposiciones reglamentarias dictadas para la actividad que dirige, traspasar el límite de su autoridad o hacer mal uso de ella; y retardar o dilatar la solución de los asuntos puestos a su consideración.”
Sin embargo, y a pesar de tanta metedura de pata, a Gadiel Matos Leyva – el Jefe de la Terminal – se le aplicó “la medida disciplinaria de amonestación pública ante el colectivo de trabajadores en el que se desempeña, según se establece en el Decreto Ley 197, artículo 20, inciso C.”
En la consideración de la sentencia se tuvo en cuenta “su trayectoria en cargos de dirección de la UJC, el Partido y en otras instancias administrativas, hasta asumir su responsabilidad en ese establecimiento de Ómnibus Nacionales“, cargo que, según Bignotte Rojas, el director de la UEB Ómnibus Nacionales Guantánamo, “desempeña hasta la fecha con buenos resultados, todo ello avalado por las opiniones que emitieron en medio de la tramitación de esta queja las organizaciones políticas, gubernamentales y los órganos del orden público, PNR de Baracoa, así como la de la Empresa de Ómnibus Nacionales“.
Con respecto a la pérdida de la carpeta contenida en el maletín, la comisión determinó que el transportista, o sea Ómnibus Nacionales, “no tiene responsabilidad en la pérdida de la carpeta y su contenido“.
La respuesta de Pepe Alejandro, Director de la Columna Acuse de Recibo
“Agradezco la respuesta, comienza diciendo al final de la nota el periodista Pepe Alejandro, sin dar crédito a lo que estaban leyendo sus ojos.
Luego expresa:
“(…) me quedan dudas: Si el pasajero entregó en la terminal de Baracoa su equipaje, que viajó en el maletero del ómnibus y contenía la carpeta perdida con todos los objetos, ¿cómo la Empresa de Ómnibus Nacionales no va a tener responsabilidad por la pérdida? ¿Por qué no se le indemniza?”
“Lo otro es que el directivo, quien a pesar de su trayectoria política maltrató con prepotencia al pasajero y no se puso en el lugar de este, fue amonestado ante los trabajadores. Y las autoridades consultadas dieron las mejores valoraciones de él.”
Para terminar expresando:
“El día en que se tengan en cuenta los criterios de la población al evaluar a un cuadro o funcionario estatal, otro gallo cantará.”
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