Siete mil cubanos se incorporan al trabajo

Aproximadamente 15 mil cubanos se interesaron por trabajar, luego de anunciada la Tarea Ordenamiento. Siete mil 500 de ellos aceptaron las ofertas que se les dieron.

En un país de apenas once millones de habitantes, a finales de 2019, cerca de dos millones 689 mil cubanos en edad laboral no estaban considerados como desocupados ni ocupados en la economía

Aproximadamente siete mil cubanos han decidido incorporarse a la vida laboral activa -algunos de ellos, evidentemente reincorporarse- luego de que la anunciada Tarea Ordenamiento y la Unificación Monetaria, que forma parte de ella, haya sembrado alarmas en toda la población cubana.

Con el pan de piquito en extinción y con la caña a tres trozos, siete mil 500 cubanos han decidido dejar la comodidad, sea cual fuese, y se han acercado al Ministerio de Trabajo, o a sus respectivas sedes en las provincias, a fin de ver qué opciones laborales tienen y las han aceptado.

Sí, porque la cifra de interesados, total, es de 15 mil; de ellos, cinco mil cubanos son los que han aceptado sumarse al curralo.

La pega -¡ay, qué bonito y rico es nuestro idioma!- en algunos casos no será a la que ellos aspiraban pero, en la concreta, no parece factible resistir la embestida de precios e inflación que se aproxima en la isla para el 2021, con los ahorros o el “invento”.

Sobre estos particulares hablaron en la Mesa Redonda, ayer, Marta Elena Feitó Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social y el miembro del Buró Político del PCC y jefe de la Comisión de los Lineamientos, Marino Murillo Jorge.

Ambos funcionarios resumieron su comparecencia en el programa que conduce el asertivo Randy Alonso, de esta manera: 15 mil personas en Cuba han acudido a las direcciones de Trabajo a buscar empleo y alrededor de siete mil 500 aceptaron la oferta que recibieron.

Dijeron además que esto es un buen síntoma “de que la reforma general del salario cumplirá con los objetivos propuestos”, aun cuando la parte más compleja y difícil, la de la implementación práctica de toda la teoría y los cálculos, se lleve a cabo en la realidad.

Dice Cubadebate que había a disposición de los interesados “más de 45 mil 600 plazas para comenzar a cubrir la demanda a partir de los primeros días de 2021,” aunque claro no explicó por qué habían tantas plazas disponibles.

Una interpretación sencilla nos lleva a la siguiente conclusión: dado los bajos salarios y el poco nivel adquisitivo del peso cubano, a muy pocas personas les interesaba trabajar. En contraste, pudiera oponerse, el número cada vez más creciente de personas interesadas en irse del país o de aquellos que lo han llevado a vías de hecho, si  miramos, al menos, la cifra de cubanos que pasaron por territorio mexicano en el 2019 con el fin de llegar a la frontera con los EE.UU.

En medio de tan difícil panorama con la covid-19, aeropuertos cerrados, fronteras clausuradas, millones de trabajos perdidos, y el envío reducido de remesas es lógico que estos siete mil 500 cubanos, y el resto que se suma para completar la cifra de 15 mil, quieran  o tengan que ponerse a trabajar; en parte también porque el Estado, que siempre blasonó de poderlos mantener, al menos con “el mínimo”, reconoció ahora que era indispensable la eliminación de subsidios y gratuidades indebidas.

Las cifras de la ONEI, hablan por las claras del triste panorama en la isla. En un país de apenas once millones de habitantes, a finales de 2019, cerca de dos millones 689 mil cubanos en edad laboral no estaban considerados como desocupados ni ocupados en la economía. Es decir: el 24,45%.

Ariel P

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