Cuba
Se “calienta la Conga”, con negación de entrada a Cuba de periodista norteamericano
El tema “LGTBI” y la “Conga contra la Homofobia” están en boca de todos. En las últimas horas la directora del CENESEX, Mariela Castro concedió una entrevista al periodista Hatzel Vela en la cual dijo entre otras cosas que la cancelación de la también llamada “Conga por el orgullo Gay” obedecía a una estrategia o necesidad – ¿política? – pues la marcha podría ser utilizada por elementos “contrarios” al proceso revolucionario. Al hablar Mariela de la Convocatoria “paralela” hecha por algunos activistas Gay para el día 11 en el Parque Central dijo que era una campaña “orquestada desde Miami”.
Tales desaciertos hubiesen sido suficientes pero, como siempre hay margen para una sorpresa más, ayer conocimos que Cuba le negó la entrada al país a un reportero del periódico LGBTI+ más antiguo de Estados Unidos, el Washington Blade.
Cuba blocks Washington Blade reporter @mklavers81 from entering country https://t.co/Tme3796ZKJ
— Washington Blade (@WashBlade) May 9, 2019
Michael K. Lavers no pudo entrar a Cuba, según un artículo redactado por el periodista Maykel González Vivero para el sitio web de Tremenda Nota, este miércoles 8 de mayo. Lavers aterrizó en La Habana y regresó a Miami minutos después en el mismo avión en el cual llegó.
El periodista aclaró en Twitter que no fue detenido ni sufrió ningún riesgo, pero su entrada a Cuba resulta más que sospechosa y sintomática. La Habana habría considerado que su presencia en Cuba obedecía a algún plan de índole “provocativo”.
Los funcionarios al Aeropuerto Internacional José Martí no me dieron ninguna explanación sobre la decisión del gobierno cubano de prevenirme de entrar el país. ¿Tienen información que pueden compartir conmigo? @CastroEspinM @DiazCanelB @CubaMINREX @USEmbCuba @EmbaCubaEEUU
— Michael K. Lavers (@mklavers81) May 9, 2019
Dice Vivero que Lavers, además de reportero, “es editor de noticias internacionales para el Washington Blade, el periódico LGBTI+ más antiguo de Estados Unidos, un diario fundado en pleno movimiento de liberación gay, en el año 1969“. Vivero precisa en su nota para la Tremenda Nota, que el periodista “ha viajado varias veces a Cuba, incluso con acreditación oficial para cubrir la jornada contra la homofobia organizada cada año por el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex)“.
Debemos recordar, y Tremenda Nota hace alusión a ello, que el pasado mes de marzo, Cuba “denegó la entrada de Michael Petrelis, uno de los primeros activistas estadounidenses por los derechos de las personas VIH positivas y un notable defensor del colectivo LGBTI+.”
Petrelis también había visitado la isla con anterioridad. Tres veces. En la última de ellas, acontecida en el 2018, “invitó a posar a Mariela Castro junto a él, sosteniendo la bandera transexual, en la provincia de Pinar del Río, durante la XI Jornada contra la Homofobia y la Transfobia.”
¿Qué está sucediendo ahora?
La lógica indica que la cancelación de la Conga, y las declaraciones de Mariela son, a todas luces, una torpeza. Desnudan ante el mundo entero que el CENESEX sea un órgano “independiente”, al menos no como el término lo indica. Si bien se sabe que el CENESEX, organismo que dirige Mariela Castro, pertenece al Ministerio de Salud de la Republica de Cuba, hasta el momento esa dependencia funcionaba en términos de organicidad dentro del esquema de salud cubano.
Si bien el contexto es complejo – Protestas en Venezuela, gente en la calle desalentada, Crisis Económica, Escasez en la isla – nada indica que la Marcha – o Conga – contra la Homofobia iba a ser otro “Maleconazo”. Sin embargo su cancelación, ha provocado un sentimiento de rechazo palpable entre la comunidad gay hacia el CENESEX y Mariela a quien, sottovoce, algunos miembros de la comunidad califican ahora de “dependiente”, y al CENESEX un brazo más “político”. Algunos activistas consideran que la cancelación de la Conga es un retroceso a los derechos conquistados.
La prohibición de la entrada a Cuba de Lavers, pudiera ser vista como una puñalada trapera más en un corazón que desde hace 12 años había comenzado a latir con orgullo en una sociedad machista.
