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Roma, del mexicano Alfonso Cuarón tiene a todos divididos en Netflix.

No es la primera vez que sucede con una película, es cierto; pero por alguna razón se me antoja que “con esta” ha sucedido algo distinto.

La cinta, concursante en el apartado de Mejor Película extranjera para los llamados Globos de Oro, esa especie de antecedente de los Oscar, tiene a toda la comunidad cinéfila dando bandazos de un lado al otro como sí se tratara del famoso problema del color del vestido.

Pocas veces, lo confieso, he asistido a una división tan filosa y abierta con relación a un filme, porque como norma la discusión cinematográfica sobre determinada pelicula se divide en dos bandos bien definidos. O tres: los que saben de cine, los que se creen que saben y los que no saben nada; con dos polos bien claros: está buena o está mala. O me gustó o no me gustó.

Sin embargo, normalmente, los críticos de cine suelen “apretujarse” con contadas excepciones de forma unánime sobre cada cinta en particular. Y los que entienden un poco también. Entonces se escuchan respuestas divergentes en cuanto al gusto, pero casi todos son unánimes al decir que “está bien hecha”. O la inversa. “No está bien hecha”, pero “me gustó”.

El problema con ROMA es otro. Los que saben de cine se dividen como nunca. Y los que no saben se unen como nunca.

Y son estos primeros los que nos interesan, porque los segundos ya sabemos que serán unánimes y lo dirán sin tapujos: ROMA no sirve. Es como el excremento del perro Borras (personaje en la cinta)

Lo curioso es que este es más o menos el mismo argumento de algunos de los que “sí saben” o de los que “saben un poco”.

Cuatro escritores cubanos, Manuel Vázquez Portal, Nuvia Estévez, Darcy Bo y Carlos Manuel Álvarez hablaron sobre Roma. Los dos primeros fueron unánimes – aunque con diferencias – con relación a la cinta. No les gustó. Los otros dos – con diferencias también – expresaron que sí, que como se diría en el argot popular “sirvió”.

Vázquez Portal fue enfático:

“Quiero agradecer a los amigos que ayer, con sus opiniones, a favor y en contra, me impulsaron a ver la pelicula Roma del director Alfonso Cuarón. ¡Qué clase de mierda! Terminé de verla por rigor metodológico, para no opinar festinadamente. Roma es más aburrida que el socialismo. Y como el socialismo, de las ocho o diez funciones que se han endilgado al arte, apenas si cumple con una: registro y expresión de la realidad. Que en el caso mexicano parace ser muy escatológica: 15 o 20 cagadas del perro Borras. Una sola secuencia logró conmoverme: el momento en que Cleo rescata a los niños.”

Aunque el músico y estudioso Rodolfo de la Fuente Escalona, residente en la ciudad de Miami expresó:

Por su parte, Carlos Manuel Álvarez expresó a favor de la cinta.

La peli me cuadró,” dijo a Cuballama la joven periodista y escritora cubana Darcy Bo, residente en la isla.

La manera en que discursa te mantiene siempre a la espera de que suceda algo, pero ese algo es tan sublime que ya está ocurriendo en una dimensión onírica… es algo que no se impone, que se deja ser. Fluye igual que el agua cuando la criada la mueve al tragante. Por otra parte, aunque está extensa, extensísima, la escena del parto vale esperar todas las horas de cine del mundo/ hasta aquí Roma, que es como el cuento de Cortázar en el que los protagonistas comen conejitos con total normalidad; y la escena del parto es como los Cuentos Fríos de Virgilio“.

Camilo Venegas, otro escritor cubano, dedicó unas líneas en su blog a la cinta mexicana.

“Perdonen si desentono con la crisis de entusiasmo colectiva, pero tengo la necesidad de ser honesto. Esperé por ella durante semanas y le dediqué la tarde del domingo. Es una costumbre que arrastro de mi adolescencia y de una tanda de dos películas que nos ponían, a esa hora, en la Cuba de entonces.

Ya es tan difícil dar con una película que no sea de entretenimiento, que nos venden el aburrimiento como arte. Roma, el filme de Alonso Cuarón que ha producido Netflix, hubiera sido buena si fuera italiana y estuviera hecha en los 60. A la altura de 2018, resulta inmetible. 
Ya nadie (y mucho menos un cineasta) puede darse el lujo de no contar nada en 30 minutos. En el minuto 35 de Roma todavía no ha pasado nada. La fotografía y la impecable reconstrucción de la época, consiguen una estética visual en verdad deslumbrante. Pero todo está contado con un ritmo aún más lento que el de la vida real. 

Si Roma fuera peruana, boliviana o iraní, pocos le hicieran tanto caso. Pero es mexicana y de Cuarón en los tiempos de Trump. Demasiado sexy para una mega tendencia. Después de la decepción, la mayor enseñanza que me llevo de esta película es que los perros en México cagan más que en ninguna otra parte del mundo.”

Claudia Mare, graduada de Filosofía e Historia en la Universidad de la Habana y actualmente residente en Alemania señaló:

“Bueno gente, veamos ROMA eh? Bien fresquitos, de ser posible en la tarde noche (no muy tarde porque te acabarás aburriendo y querrás cambiar para Orange is the new black). No se dejen fundir por el lenguaje cinematográfico, ni por el blanco y negro, ni por las tomas largas, ni por los aviones volando o los escarabajos escarbando. Respiren profundo y sazonen la tanda con chips y ténganle paciencia a Cuarón. Para mí esta es la peli más real que he visto sobre el tema de las empleadas ‘cama adentro’, ‘au pairs’ y demás; y lo hace además pintándote el amplísimo panorama mexicano de los setenta y con muchísima ironía. Si estos temas no son lo tuyo pasa de verla! Si aún así te arriesgas igual encontrarás escenas angustiantes universales (el q no se sienta asfixiado con el momento de Cleo en la playa no tiene corazón).”

Sin dudas se trata de un filme interesante. Tan interesante que aproximadamente el 95% de las personas que entrevisté por privado y a las cuales les pedí su testimonio para esta nota dijeron “no haberla visto”. ¿Será que no quisieron arriesgar con el tiro?

Lo cierto es que con ROMA, hay que afinar la puntería.

Pero si le quedan dudas, revise estos números: en el portal IMDB recibió una puntuación de 8,5 / 10. En Metacritic el 96% de las personas que la vieron hablaron positivamente sobre ella; mientras que en Rotten Tomatoes, opinaron favorablemente el 97% de las personas. Tres portales especializados, que casi apenas superaron al “de todos”, el de los usuarios de Google, que con un 89% de aceptación dijeron que ROMA, como diría el Profesor Calviño, “Vale la pena”.

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