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Regalado asume error de Martí Noticias pero Senador Jeff Flake dice que “no habrá perdón”

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La sanción por parte de la agencia de radio y TV internacional del gobierno estadounidense a la cadena de habla hispana Radio y Televisión Martí, es más grave de lo que originalmente se dijo, según confirmó a Cuballama una fuente “de alto crédito” dentro de la estación que financiada por el dinero de los contribuyentes norteamericanos transmite diariamente hacia Cuba una programación de la que – duele decirlo – no se tiene certeza de su impacto y llegada.

Apodada desde hace ya algún tiempo desde La Habana como la emisora que “no se ve ni se oye”, Radio Martí estaría enfrentando los días más tristes de su carrera, para nada comparables con los turbulentos momentos vividos en meses pasados con el despido de varios periodistas del canal y el reajuste de puestos laborales tras la llegada del ex alcalde de la ciudad de Miami Tomás Regalado a la directiva.

Regalado, que tras asumir el puesto prometió “un cambio en la estación”, dijo que Radio Martí “lograría su objetivo” próximamente y prometió que la señal televisiva llegaría a la isla.

Sin embargo, mientras el reajuste sucedía, la emisora continuó con parte de su programación habitual donde, con excepción del segmento audiovisual conducido por Karen Caballero y Alejandro Marcano, los números del rating eran peligrosamente bajos, y para nada justificativos de los altos salarios que pagan a los periodistas que trabajan en la estación, algunos con dudosa credibilidad como periodistas.

Sin embargo nada de eso presagiaba el hundimiento de la estación hasta que al parecer la misma trasgredió los límites de toda cordura y terminó por agotar la paciencia del senador republicano Jeff Flake, uno de los pocos senadores de ese partido que ha manifestado en el pasado cierto grado de desprendimiento o de compromiso partidista a rajatabla.

Luego de que la periodista Isabel Cuervo condujera un reporte televisivo sobre el filántropo George Soros, en el cual se le hacía ver como un “multimillonario judío” que influye en las naciones a través de grupos no gubernamentales, y usó palabras de la organización conservadora Judicial Watch, llamándole socavador de las democracias, Flake envió una carta a la  Agencia de Prensa Global de Estados Unidos, y esta acaba de anunciar que el reportaje “violó los estándares y la ética profesional de la dependencia”, y señaló que “aquellos que produjeron el reporte serán suspendidos en lo que se realiza una investigación a la “aparente falta de ética”.

La agencia dijo además que los involucrados podrían enfrentar medidas disciplinarias, entre las que se incluye el despido, dependiendo de los resultados de la pesquisa. El reporte sobre Soros salió al aire en mayo pasado.

Soros, a quien recientemente comentaristas y políticos de derecha han acusado sin evidencias de financiar a la caravana de migrantes centroamericanos que viaja rumbo a Estados Unidos, de algún modo manifestó su repulsa por el hecho y este llegó a manos del Senador Flake.

La presión ejercida por este último ha sido tal que el propio Regalado lo llamó y se excusó por el dislate diciendo que el programa sobre Soros “había perdido el balance”. Sin embargo Flake le respondió tajante que “no habría perdón en un caso como ese” y dijo que “no hay balance” cuando el dinero de los contribuyentes es utilizado en una programación con fines antisemitas.

Flake recibió de inmediato el apoyo de varias personas en Twitter.

Flake dijo en Twitter que le había enviado una carta al CEO John Lansing, con relación al asunto y que agradecía su pronta respuesta a la cual llamó “un buen paso”.

En la carta, la cual puede ser vista en el siguiente enlace  Flake argumenta que desde hace ya un buen tiempo él ha venido señalando que la programación de Radio y Tv Martí es un “robo” al dinero de los contribuyentes, y expresa que se han gastado cientos de millones de dólares para promover una democracia que no ha sucedido en Cuba.

Al margen de todo eso, Flake señala que “cuando la retórica de odio está teniendo un impacto desvastador dentro de la sociedad norteamericana, es absolutamente irresponsable para cualquier agencia del gobierno de los Estados Unidos, perpetuar teorías de la conspiración sin fundamento que, lejos de ayudar a los logros de la política exterior norteamericana, actúa en contra de ellas“.

 

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