El anciano que recientemente fue víctima de los artilugios, “encanto y bondad” de una enfermera que lo atendía en Hialeah, pudo finalmente recuperar su casa, luego de un embrollo legal en el que lo metió la enfermera, quien lo engañó para que firmara unos documentos y así poder quedarse con su vivienda.
La enfermera, que ya fue arrestada logró increíblemente un acuerdo para evitar ir a la corte. Esta última, retiró los cargos luego de que Odalys Frontela – así se llama la embaucadora – accediera a enmendar el robo.
El anciano, nombrado Lázaro Riesgo, fue estafado por esta mujer pero, logró darse cuenta a tiempo y denunciarla. Ahora, no puede estar más que agradecido por haber podido recuperar su propiedad.
Odalys, enfermera de Lázaro, se había aprovechado de la deteriorada salud de su paciente para quedarse con su casa; pero este, un día, mientras aún se encontraba en pleno dominio de sus facultades mentales, decidió buscarse un extra y pretendió alquilar un efficency dentro de su vivienda. Fue ahí cuando se enteró que él no era el dueño de la casa, pues Odalys al parecer le había hecho firmar un papel cediéndole el inmueble. Cuando Lázaro le comentó lo sucedido, la mujer le dio mil excusas, pero lo peor fue que le dijo que “tenía que darle la mitad de lo que ganara con el alquiler, porque ella era la dueña de la casa.” El anciano extorsionado acudió a la policía, y Odalys fue arrestada.
El anciano dijo encontrarse ahora muy deteriorado de salud como para continuar con este proceso judicial. Esgrimió como interés, recuperar la propiedad de su vivienda y Odalys salió absuelta, aunque como es natural perdió su empleo y seguramente deberá recurrir a otro por haber traicionado algo tan importante como lo es, dentro del sistema de salud en EE.UU., la confianza y el compromiso entre cuidador y paciente.
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