Reconocen muerte de más de mil vacas por falta de alimentos en Las Tunas

En medio de la crisis alimentaria que viven los cubanos, con las colas inundando el panorama en todas las tiendas del país, y en un país donde aún se venera la carne de res como si fuera el más suculento de todos los manjares posibles de poner en la mesa, el diario oficialista de la provincia de Las Tunas, Tiempo 21, anunció la muerte de alrededor de mil vacas en esa provincia, debido a la falta de alimentos.

“Piensos y forrajes”, diría el diario, y a la mente de los miles de tuneros y millones de cubanos viene una pregunta, ¿y la yerba? ¿también se ha perdido?

La nota titulada Afecta la sequía el desarrollo ganadero en Las Tunas recoge con dolor la muerte de más de mil 90 cabezas de ganado mayor. Un hecho que no resume lo sucedido durante todo el 2018. No. Las muertes han ocurrido apenas en estos primeros seis meses del 2019. Y peor aún: apenas han ocurrido en el municipio cabecera. “Por falta de alimentos debido a la sequía, entre otras razones,” explica el diario.

Según Tiempo 21, “las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) son las bases productivas más afectadas en este sentido, con 459 casos; mientras que las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) destacan negativamente en las muertes de terneros con 231 cabezas.” Y resume:

“Esta razón influye negativamente en la entrega de carne y leche para el consumo social y la industria.”

Más allá de las cifras, y que “la entrega total de carne a la industria sólo alcanzaba el 88 por ciento de cumplimiento“, la nota de Tiempo 21 se deslinda de la real preocupación en pro de un análisis económico de las causas del incumpliento.

Dejando a un lado que “se dejaron de entregar 55 toneladas, en lo que influyeron además, otros problemas como la organización desde la empresa hacia las bases productivas“; o que “también el estado físico de la masa incide en que se incumpla con el peso“, y que “la falta de financiamiento imposibilita que se le pague a los productores en el tiempo establecido“, además del hecho que “la venta directa de las bases productivas al matadero hace que no se cumplan las metas propuestas,” sería interesante abordar el impacto social de conocer que mil cabezas de ganado vacuno se perdieron debido a la sequía. A fin de cuentas Las Tunas no es un territorio aislado del resto del país como lo pudiera ser – por ejemplo – La Isla de la Juventud. ¿Las vacas no pudieron ser llevadas a otro municipio o provincia?

Tiempo 21 intenta brindar esperanzas en medio del desasosiego, mientras informa que – de acuerdo con datos que les aportaron – “hasta el cierre del mes de abril se entregaron a la industria 422 mil 400 litros de leche por encima de lo planificado para un 142 por ciento de cumplimiento“; y que “los directivos de la Empresa Agropecuaria implementan estrategias para cumplir con los planes de entrega de la leche y la carne de ganado mayor a pesar de las frecuentes muertes y otros problemas organizativos,” pero no explica “qué estrategias son” o “qué se hizo” para evitar la muerte de mil cabezas de ganado.

Tal parece que habrá que resignarse a la pérdida de la preciada carne, por culpa de la falta de agua; precisamente en un territorio bañado por las aguas del río más caudaloso de Cuba.