Mujer se retrasa un minuto, y gana 2 millones en el Powerball

Elizabeth Johnson, residente en Raleigh (Carolina del Norte), ni siquiera se enteró que su retraso la invalidaba para participar en el sorteo del Powerball del pasado miércoles.

Una mujer que llegó un minuto tarde “online” para comprar un boleto de Powerball y optar por el jugoso premio de varios millones de dólares, terminó ganando $2 millones, pero con el sorteo de la próxima semana.

Elizabeth Johnson compró el billete en forma de Quick Pick utilizando el vendedor digital de la lotería Online Play, un minuto después de la hora tope de 9:57 pm para el Powerball. Sin ella saberlo, el sistema le expidió el billete que ella pidió, pero que servía para el sorteo del sábado siguiente.

Johnson, residente en Raleigh, Carolina del Norte, ni siquiera se enteró que su retraso la invalidaba para participar en el sorteo del Powerball del pasado miércoles. Finalmente el boleto que compró no servía para ese día, sino para tres días después, y fue ahí donde le sonrió la fortuna con dos milloncitos.

La mujer ni se enteró de que había ganado el premio.

“Fue definitivamente un shock”, dijo a los funcionarios de la Lotería de Carolina del Norte tras enterarse de que su demora la había convertido en millonaria.

Según recoge el comunicado del Powerball, el afortunado billete de $3 Power Play comprado por Johnson, acertó en los números de las cinco bolitas blancas del sorteo, no así con la bola del Powerball.

Por haber “adivinado” los cinco números le correspondía $1 millón de dólares, pero como Johnson le había puesto un dólar extra al multiplicador, le tocó otro millón más.

“Cuando recibí el mensaje diciendo que había ganado, pensé ‘bueno, pero si ni siquiera jugué en el sorteo de hoy en la noche”, apuntaba. La mujer verdaderamente creía que el boleto que había comprado online para el Powerball le servía para el miércoles, cuando no ganó ni un centavo. En realidad el boleto por la diferencia de tiempo de un minuto era válido para el sábado.

Sin embargo, como bien reza el refrán, “a caballo regalado no se le mira la dentadura”. La mujer agarró los dos millones, y eligió cobrarlo en un pago único en efectivo. Pudo cobrarlo a plazos de pagos anuales, pero no quiso.

Fiel a “más vale pájaro en manos que cientos volando”, tras las deducciones fiscales federales y estatales, Johnson se llevó a casa $1,415,001 millones, con los cuales, si es inteligente, garantizará buena parte de su vida.

“Los niños quieren ir a Disneylandia. Nunca hemos estado ahí y ahora podremos”, señaló la mujer.

Ariel P.

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