Otra de policías cubanos: tener pareja extranjera es “impropio”

El diálogo en una estación policial, entre un policía y un detenido, muestra a las claras “cómo estamos” con el tema de las leyes en Cuba. Aunque el video es del 2016, todavía no hay muchas diferencias con la actualidad, pues muchos oficiales de la PNR creen que sí, que tener pareja extranjera es “un acto impropio”.

Los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria no dejan de asombrarnos. Un video filmado en el año 2016 y salido a la luz en las últimas horas gracias a la plataforma de medios Diario de Cuba, da cuenta de otra joya de los policías cubanos: tener una pareja extranjera es considerado un “acto impropio”.

Al menos eso es lo que asegura el policía cubano que se ve en el video, interrogando al “infractor” – un chico de raza negra no identificado – quien se defiende alegando que no existe una ley que estipule que eso “es ilegal”.

El chico al parecer tenía dos “advertencias” previas. Según se le escucha decir, un día, en una discoteca conoció a una muchacha extranjera, joven de ventitantos años. Días después, tomaron un taxi para ir a otro lugar, y al bajarse del carro un policía lo condujo hasta la PNR y le levantaron el acta, supuestamente por “jinetero,” un cargo no recogido dentro del código penal pero que en la práctica lo disfrazan bajo “peligrosidad delictiva”, o “asedio al turismo”.

El policía del video justifica aquella detención porque “no se perturbar la tranquilidad”, a lo que el joven responde: “si yo no he perturbado nada; la tranquilidad la perturbaron ellos”. ¿Que tranquilidad perturba un joven que apenas se encuentra bajándose de un auto?

En el video se escucha al joven esgrimir sus argumentos. Si en la Ley no está escrito por lo claro que andar con un extranjero es delito, él no tiene porqué estar ahí, detenido.

“Yo estaba con ella; ella es mi novia“, explicó.

“Pero tú no estás legalizado ante Inmigración con esa mujer,” defiende lo indefendible el policía.

El joven explica que él una vez estuvo en Inmigración para solicitar un papel que lo permitiera andar con su novia por Varadero, pero le explicaron que el papel se lo daban si ella se iba a quedar en su casa.

Allí le dijeron además que “no estaba escrito” en ningún lugar que andar con una extranjera era un delito. Sin embargo, para el policía del video sí:

“Ellos me dicen una cosa, Ud. me dice otra,” expresa el joven desde el estupor.

“Yo te estoy diciendo, que hay regulaciones que lo establecen bien claro,” esgrime el oficial. Y a continuación expresa:

“El cubano, para mantener relaciones amorosas con una turista, debe estar debidamente casado”.

“¿Y cómo se van a casar si no se conocen?,” pregunta de vuelta el chico dejando en una pieza al policía quien se encoje de hombros ante la irrefutable verdad.

“Bueno…,” y enmudeció el oficial.

El joven se agarró de una verdad como Perogrullo. ¿Cómo voy a casarme sin conocerla? El oficial solo arqueaba los ojos, quizás pensando en si habría alguna manera de casarse en Cuba sin conocer a la pareja, cual si estuviéramos en el medioevo, cuando los padres de los novios cotejaban los matrimonios sin que los chicos se conocieran siquiera.

Minutos después, para colmo de los absurdos, el policía expresa que “la Asamblea del Municipio puede regular” que un cubano no pueda andar con una extranjera, y reconoce que “no sabe, que no se lo pregunten a él, que se lo pregunten al Bufette Colectivo”, cuando otra vez el joven le pregunta cómo se va a casar con una extranjera, sin conocerla.

Finalmente, el oficial, sin dar el brazo a torcer, expresa que tener una pareja extranjera es un “acto impropio“.

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Otros que cometieron el mismo “acto impropio”

La historia le reconoce al extinto gobernante cubano Fidel Castro Ruz varias relaciones – antes y después del 1ro de enero de 1959 – con ciudadanas extranjeras, entre las que destaca Marita Lorenz, una ciudadana alemana fallecida el pasado 31 de agosto.

Otro Comandante de la Revolución, Juan Almeida Bosque, tuvo un romance durante su estancia en México con la conocida “Lupe”.

Otras dos altas figuras que mantuvieron relaciones con extranjeras fueron, el argentino Ernesto “Ché” Guevara, casado con la cubana Aleida March; y Camilo Cienfuegos Gorriarán, quien durante su estancia en los EE.UU. también tuvo su “romance con una extranjera”.

Manuel Piñeiro Losada, conocido como Barba Roja, quien fuera el primer jefe del aparato de seguridad de Fidel Castro, y también una figura política y militar cubana, estuvo casado con otra ciudadana extranjera: la chilena Marta Harnecker, fallecida el pasado 15 de junio en Canadá.

¿Cómo se colegia la actitud revolucionaria con las palabras de este policía? No está claro.

Sin embargo, dejando a los fallecidos a un lado, al menos dos “altas figuras de la política cubana” están actualmente casados con ciudadanos extranjeros: José Miyar Barruecos, “Chomi”, quien fuera Secretario del Consejo de Estado de Cuba, casado con una ciudadana italiana; y Mariela Castro Espín, hija de Raúl Castro y Vilma Espín, quien se encuentra casada actualmente con un ciudadano italiano.

¿Cómo conocieron “Chomi” y Mariela a sus parejas? ¿Se casaron sin conocerse? ¿”Circulaban” ellos con sus respectivas parejas con un papel en sus manos que los autorizara a hacerlo? ¿Qué diría este mismo policía?

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La Constitución: Las leyes

La Constitución cubana establece claros los deberes y derechos de cada ciudadano cubano. El Código Penal recoge las leyes que lo regulan. Ni en una, ni en otra, dice que “está prohibido” tener una pareja extranjera, o que es punible ante la ley por ser un “acto impropio”.

Tampoco establece limitaciones a la hora de tener relaciones con una pareja. Si un ciudadano cubano decide tener una pareja distinta cada mes, y esto es visto “normal” ante las autoridades, ¿por qué ese mismo ciudadano cubano no pudiera tener – dado el caso – una pareja extranjera cada mes? ¿O cada año?

Lo importante sería conocerse, aunque “los policías cubanos” pretendan que vayan al altar sin conocerse, para que pudieran luego transitar libremente por el país, legalizados y de la mano. Contentos y felices.