De la pizza de insectos al pan con abeja en Cuba

Un fanático a la pizza con insectos -o con chapulines- estaría encantado de devorar un pan con abeja, pero esto ha sucedido en Cuba. En Guanabacoa.

Una cubana, más específicamente una habanera, compró una panetelita en la panadería El Esfuerzo, sita en el municipio de Guanabacoa, y se llevó una inesperada y dolorosa sorpresa: dentro del dulce – hecho con harina igual que el pan – había una abeja.

Cuenta un familiar de la afectada que al abrir la panetelita, la abeja estaba viva aunque “mareada”. Luego de unos segundos se recuperó, emprendió vuelo y se encontró con un dedo de la mujer que la compró. La abeja picó a la dama, por haberla sacado de su hábitat natural, que no es el pan, ni el dulce, sino El Esfuerzo.

Sí, porque allí en la panadería tiene ella su panal, grande por cierto.

La afectada, cuyo nombre protegemos por privacidad, dice que los trabajadores de El Esfuerzo son los más sacrificados panaderos de toda La Habana. Todos los días van a elaborar el pan mientras una abeja, dos abejas, tres abejas, ¡cientos de abejas!, los acosan. Y pican. La mujer que despacha el pan -con abeja y sin abeja- trabaja con una penca en la mano espantándose los insectos que revolotean a su alrededor.

Con tremendo esfuerzo la pobre mujer le da gracias infinitas al cielo de no ser alérgica a la picadura de las abejas, mientras que del lado de acá del mostrador, los consumidores se lamentan que sean las abejas las que se multipliquen y no los panes, a despecho del “humorista” Yusuam Palacios.

noticia relacionada: Yusuam Palacios dice ver panes y peces multiplicados

También la administración del lugar está harta de las abejas y aseguran haber acudido a todos los lugares donde tienen que acudir para que venga “alguien” que les haga el favor de quitarles el martirio de encima, pero nadie viene a resolverles el problema.

Tampoco les han traído un traje de apicultor que, a juzgar por el testimonio de la mujer que fue picada por la abeja, deberían al menos dárselo a la despachadora del pan, pues los insectos están por todo el mostrador mientras que ella, repetimos, se los quita de encima con la penca, mientras despacha y cobra con la otra mano.

Por extraño que parezca, la noticia del pan con abeja no le movió ni una ceja por el chat de Facebook al hijo de un amigo, estudiante en México, que asegura haber visto los otros días en cierto establecimiento una pizza de chapulines. Y gente comiéndosela. Para los que no sepan que es un chapulín, pues es esto: un grillo.

Dice el joven que los mexicanos la consideran súper nutritiva, pues los insectos son una envidiable y poderosa fuente proteica.

Por sí o por no, ni una ni otra. Mucho menos si viene con una picada en la frente incluida.

por Ariel P