Pelotero cubano Yoelkis Céspedes abandona delegación en Canadá

El éxodo de peloteros cubanos no cesa. En las últimas horas se ha conocido que Yoelkis Céspedes, jardinero del equipo Cuba y una de las pocas piezas de valor que quedaba en el winchester de la armada cubana “oficial”, abandonó la concentración del equipo en Canadá y se encuentra en paradero desconocido.

Fuentes confirman desde la ciudad de Rockland que el jardinero habría decidido finalmente reunirse con su hermano Yoennis, jugador de los Mets de Nueva York.

Yoelkis, de 21 años de edad estaba considerado entre los mejores prospectos del país.

Originario de la provincia de Granma al igual que su hermano Yoennis, el joven descollaba como una de las piezas claves dentro de la armada cubana para los Juegos Panamericanos de Lima.

Su “partida”, no por sorprendente , deja de ser esperada. Su nombre brilló en el escenario internacional con apenas 18 años y desde entonces, teniendo en cuenta el hecho de tener un hermano “estrella de las Grandes Ligas”, varios scouts lo consideraron con “madera” para brillar en la Gran Carpa. Solo le faltaba una cosa: irse de Cuba.

O abandonar una concentración.

El hecho se ha concretado finalmente en el día de hoy y aunque, los directivos de la Federación Cubana de Béisbol ni el INDER, no han notificado nada aún, varias fuentes apuntan a que se trata de una noticia veraz 100%.

Céspedes es considerado por muchos evaluadores de talento como un prospecto cinco herramientas.

El colega Francys Romero, en una nota publicada en el portal de la MLB asegura que “para sustituir a Céspedes en el roster activo, la selección cubana convocó al torpedero Alexander Ayala.”

Se trataría de la – por ahora – última “fuga” de un pelotero cubano de un equipo nacional de béisbol.

Inspirado por la labor de “Pito” Abreu, Yordan Álvarez, “Yuli” Gurriell, “Yunito” Gurriell y ciertamente por su hermano Yoennis, Céspedes buscará brillar con luz propia en las Grandes Ligas a partir de este momento.

Talento y condiciones tiene; edad también. Le faltaría la perseverancia para aprender todavía un mundo, pero eso es precisamente lo que él tiene por delante.