Su padre cubano fregó platos; ella ahora gana miles de dólares

El padre de Geisha Williams fregó platos de noche para poder garantizarle un futuro a su hija. Ella hoy es una poderosa empresaria en EE.UU.

Un expreso político que estuvo encerrado dos años en La Cabaña bajo sospechas de operar contra altos militares del gobierno de Fidel Castro y que llegó a los EE.UU. en el año 1967 junto a su esposa e hija de 5 años, sin pertenencias ni dinero, fregó platos de noche para poder garantizar la entrada de dinero necesaria en el hogar.

El salario que este hombre ganaba en una “factoría” no le alcanzaba para abrirse paso hacia el llamado “sueño americano”. Se “rompió el lomo”, literalmente, pero estaba decidido a que su familia no pasara hambre y, sobre todo, a poder garantizarle un futuro diferente a su hija. Un futuro muy diferente al que hubiese tenido si se hubiesen quedado a vivir en Cuba.

De aquellos comienzos es mejor no hablar. La historia tiene un mejor final y feliz. La hija de ese cubano que fregó platos para sobrevivir dirige actualmente una compañía de 30 mil millones de dólares.

¿Cómo llegó allí Geisha Williams? Veamos lo que dijo a CNN.

“Mi papá trabajaba en varios trabajos a la vez; mi mamá hacía cualquier trabajito en casa solo para mantenerme”.

Geisha es hoy en día la primera ejecutiva de origen hispano, y la única cubana, de una de las 500 mayores compañías de EE.UU.

Trabaja en PG&E, una empresa con más de 20 mil empleados y que tiene un valor en bolsa de casi 30.000 millones de dólares. Esta compañía provee gas natural y electricidad a unos 16 millones de clientes en California.

Ella fue la primera en su familia en tener una educación universitaria. Terminó sus estudios en la Universidad de Miami como Ingeniera Industrial, y poco después hizo una maestría en Administración de Negocios en la universidad Nova Southeastern.

Esta “pasión por los negocios” parece haberla adquirido en el primer trabajito propio que tuvieron sus padres: una tienda de víveres en New Jersey, donde pasaba las tardes trabajando en el “grocery”, cambiándole dinero a los clientes y contando el dinero de la caja registradora.

De aquella tiendecita, luego, abrieron una sucursal en la Florida.

“Me enamoré del campo de la energía y la electricidad. Es el habilitador silencioso. Es lo que mueve a Estados Unidos. Lo que mueve el comercio. Me enamoré de la cultura de esta industria, muy orientada a los servicios, muy centrada en la comunidad, y me encantó”, le dijo Williams a una conductora norteamericana en un programa, en el cual confesó que sus padres son la encarnación del “sueño americano”.

Esta cubana ocupa el lugar 19 de la lista Fortune de las Mujeres más poderosas de Estados Unidos.

por Ariel P.

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