Obras viales en La Habana obstruyen el tránsito

Texto y fotos: Lucía Jerez

Choferes que transitan por calles de La Habana se topan con vías cerradas. A pleno día se ejecutan labores que interrumpen el tránsito

Una actividad bastante inoportuna ha molestado a varios choferes en La Habana. Tanto a las doce del día, como a las cinco de la tarde, es posible ver a un grupo de obreros estatales pintando las calles de la ciudad, mientras bloquean el tránsito en esas zonas.

“Es inconcebible. Yo no sé quién decide este tipo de cosas. Fíjate en los lugares céntricos que lo están haciendo”, comentó Yoel Abreu, taxista particular.

La Avenida 23, de las más concurridas de la capital cubana, ha sido escenario de dichas obras en sus intersecciones con las arterias M y P del Vedado. No obstante, en la popular esquina de San Rafael y Galiano, también se han realizado estas tareas y fueron colocados una serie de conos plásticos, para indicar que se impedía el acceso. Los autos entonces debieron desviarse hacia otras direcciones.

“Eso es un disparate. En el mundo entero ocurre, pero en diferente horario, o sea de noche cuando hay menos circulación de vehículos y peatones para no entorpecer la dinámica cotidiana”, dijo César Roque, conductor de un carro estatal.

“Vas manejando bajo presión porque en cualquier momento te sale a la vía un constructor sin mirar para los lados, sin contar las vueltas que nos obligan a dar porque no ponen policías viales y la desorganización es mucha”, asevera Armando, chofer particular.

Uno de los trabajadores que pintan explicó a CubaComenta que tienen que hacerlo en la sesión diurna, pues no les pagan por nocturnidad. “Yo me niego a trabajar de noche por el mismo dinero. Se dice fácil, pero, cuando el sueño te coge, es candela y se necesita doble esfuerzo visual. Durante la mañana hay sol, pero me protejo bien, vamos por tramos y luego, a descansar”.

Las horas en que se desarrollan las tareas afectan el resultado. En la madrugada, la pintura tiene tiempo de secarse mejor porque hay menos movimiento.

Las limitaciones del Estado para contratar trabajadores que hagan sus funciones durante altas horas radican en que trabajar de noche resulta más costoso.

“Llega a ser muy incómodo porque existen ruidos inevitables cuando de construcción y mantenimiento se trata, que interfieren en el trabajo de la oficina. Es complicado, incluso, concentrarse”, aseveró Lilian Valdez, editora.

Según otro de los pintores, además de que era preciso, forma parte de un plan para embellecer la urbe en el aniversario 500 de su fundación el próximo noviembre. De ser así, muchos puntos neurálgicos de La Habana padecerán estos cortes en las vías.