Navegan por Internet en La Habana usando redes clandestinas

Por Vladia Rosa García

En el municipio Diez de Octubre algunos navegan por Internet usando una red clandestina:  toda la madrugada por 1 CUC

Internet ya se ha convertido en una necesidad para el pueblo cubano. Hablar con familiares, buscar información, comprar, trabajar, reunirse con antiguas amistades o distraer un poco la mente son algunos de los principales usos de la red de redes en la isla.

Con la apertura de la conexión por datos móviles, implementada hace menos de un año, ha disminuido la asistencia de internautas a las zonas wifi, instaladas por ETECSA en cientos de parques públicos. Sin embargo, todavía esta opción no ha quedado en el olvido. Muchos se han inventado sus propias “compañías telefónicas” y brindan navegación durante toda la madrugada por el módico precio de 1 CUC.

Al servicio acceden pocas personas debido a que no se considera una actividad legal, por tanto, se trata de una red clandestina. Los interesados llegan a través de individuos afines a la casa matriz y por algún comentario de pasillo. Lo cierto es que fuera de la localidad en que se encuentra, en el municipio Diez de Octubre, pocos saben de su existencia.

Conexión Mi Zona

El negocio comenzó hace seis meses y hasta ahora no ha tenido problemas. “Yo soy cliente desde el inicio, me lo dijo alguien cercano al dueño. Fui, entregué mi teléfono y me lo configuró, le di el dinero y estuve conectada toda la madrugada”, cuenta Ángela, vecina de la zona.

“Siempre consumo 12 horas exactas, paso para habilitar mi móvil y como se queda encendido puedo hacer otras cosas mientras me entran las notificaciones”, explica Ernesto. Añade que no importa si se aleja del perímetro, pues como deja la opción encendida vuelve a vincularse apenas pisa los alrededores del barrio.

La conexión se nombra Mi Zona y abarca poco más de 200 metros. “Yo prefiero esta opción, me conecto desde mi apartamento, cómoda, y no tengo que ir hasta el parque”, manifiesta Yunia, quien asegura que gracias a esto puede hablar todas las noches con su hija y su nieta, residentes en México.

El responsable de la iniciativa es graduado de la Universidad de Ciencias Informáticas pero no ejerce la profesión en ningún medio del Estado, según detallan sus allegados. Desde el lugar donde se encuentra esta asistencia hasta la wifi más cercana hay poco más de un kilómetro. “Con esto me ahorro tiempo y dinero. Espero que dure mucho”, afirma Teresa, otra usuaria.

El país legalizó en mayo pasado las redes inalámbricas a partir del uso de nanostation. Las normativas habilitan la licencia de operación de redes exteriores privadas en el interior de los domicilios “siempre y cuando sea sin fines de lucro, y no excedan los 100 miliwatt (equivalente a 200 metros), de acuerdo con las resoluciones 98 y 99 del Ministerio cubano de Comunicaciones.