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Deporte

Mundial de Fútbol Rusia 2018: Jornada 13, o la aparición de Lionel Messi

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Es muy probable que nunca se sepa la cifra final de infartados ayer a todo lo largo y ancho del planeta, algunos fans de la albiceleste, y otros no, pero la verdad es que el partido entre la Argentina de Lionel Messi y los Leones de Nigeria, le provocó dolores en el pecho a más de uno.

El astro argentino apareció, y marcó un golazo extraordinario y luego fue a festejar a la esquina, se lanzó de rodillas al suelo, extendió los brazos al cielo y le dio las gracias a Dios. Era el minuto 14´, pero la historia no estaba escrita. No toda, pues aún faltaban dos goles más, y uno de ellos casi al finalizar el partido.

Ay Argentina

Hay un hecho indiscutible: esta selección de Argentina no convence a nadie. A pesar de la indiscutible calidad de muchos de sus futbolistas, lo cierto es que cuando le cierran los espacios tiende a jugar “parada” sobre la cancha. Nigeria, por suerte, es de esos equipos que “se abre” para jugar al fútbol, pero ni siquiera así Argentina pudo mostrar una versión distinta que le permita a sus hinchas sentirse seguros en la Copa.

Los chicos de Sampaoli parecen jugar sin riesgos. Pases cortos o largos en la mitad de la cancha, pero son esporádicas las internadas en velocidad dentro de las defensas rivales, y escasos también los balones filtrados al área. Messi pica poco, y la triangulación es una tarea pendiente entre ellos.

Algo que conspira con la poca creatividad de estos chicos herederos de las mejores tradiciones futbolísticas del continente es el el tiempo. A medida que este pasa, se equivocan más en los pases y escasean las ideas, y comienzan los balonazos.

El Partido tuvo dos nombres: Vanegas y Mascherano

Si nos lo hubiesen dicho antes de comenzar el Mundial algunos hubiesen dudado, pero otra vez la Argentina se ha vuelto “Masche-dependiente”. En la punta del ataque – cuando se ataca- todos parecen querer buscar a Lio Messi, pero todos los balones pasan por los botines del gran Javier Mascherano, que ayer, como casi siempre, se largó un partido de los mejores en su carrera.

Masche apretó, mordió, graficó cada jugada contraria e incluso, fue víctima del VAR, al ser hallado culpable de un agarrón que vamos, hasta mi abuela con 90 años se le hubiese escapado al “pelao”.

Otro que estuvo inmenso fue Ever Banegas. Preciso en el pase, perfecto en la recuperación, el muchacho supo leer como ninguno el partido.

Y claro, falta Rojo, el hombre del gol en el minuto 88

Rojo, el hombre que estaba de 9, sin ser 9

Si uno mira el gol anotado por el argentino Rojo una pregunta salta a la vista: ¿qué hacía Rojo en esa parte de la cancha? Simplemente nada. No es esa su posición. Pero, ¡oh! Dioses del Olimpo, el muchacho – dijo al final del partido – había “prometido” – o pronosticado, que es casi lo mismo, pero no es igual – un gol ante los Leones de Nigeria.

Lo cierto es que vino adentro, a morder lo que cayera dentro del área y pudo convertir el gol que le dio la clasificación a Argentina a Octavos de Final. El gol que le ha dado 90 minutos más de vida a un cadáver.

Se viene ahora el partido contra Francia, uno de los favoritos. Ya Messi “despertó”, pero necesita ser ese Messi desequilibrante del Barcelona. Necesita ir a pelear cada balón y morir en el suelo si es preciso. Solo así, y con el favor – tal vez – de algunas de las deidades del fútbol, es que la Albiceleste podrá derrotar a los galos.

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