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Coronavirus Cuba

Martí con nasobuco: ¿vale todo?

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El aniversario 125 de la muerte de José Martí es aprovechado por el gobierno cubano en sus labores de propaganda

El 19 de mayo de 1895 moría José Martí en Dos Ríos. La oficialista agencia Prensa Latina apunta este martes en una información que debido al necesario distanciamiento social los cubanos rendirán homenaje al Apóstol en el ciberespacio con los hashtag #MartiVive #MartianosHoy y #NuestroMayorOrgullo.

En un artículo publicado en el diario Invasor, la periodista Amanda Tamayo Rodríguez se aventura a especular sobre cómo reaccionaría José Martí  de estar hoy en la isla de cuerpo presente -en medio de la crisis por el coronavirus. “Ninguna bata blanca o verde, ningún estetoscopio o medio de protección sofisticado, lo distraería de ver que las almas buenas todavía crecen”.

Posteriormente la colega del Invasor arma párrafos en los que a conveniencia saca de contexto algunas de sus frases -algo bastante usual con la extensa obra de José Martí-  para darle fuerza a todo un discurso propagandístico sobre el desempeño de las autoridades gubernamentales durante la pandemia.

Una simple ojeada a las redes sociales de algunos ministros del gobierno evidencian que todos hacen muy bien la tarea encomendada para el día del aniversario 125 de la muerte del Apóstol. Jorge Luis Perdomo, titular de Comunicaciones, tuitea hoy un fragmento -también sacado de contexto- de la carta de Martí a Manuel Mercado: “…mi deber […] de impedir a tiempo con la independencia de #Cuba, que los #EEUU se extiendan y caigan con esa fuerza sobre las tierras de América”.

Por su parte, Ernesto Soberón, Director General de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE) del Ministerio de Relaciones Exteriores, tiene a bien retuitear un post en el que se recuerda que José Martí fue “el autor intelectual” del asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, según la versión esgrimida siempre por Fidel Castro.

Probablemente muchos sitúen el origen de cierta manipulación de la obra martiana en la autodefensa de Fidel Castro tras los hechos del Moncada, y que ha trascendido como La historia me absolverá. El 16 de octubre de 1953 decía Castro: “Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo es fiel a su recuerdo; hay cubanos que han caído defendiendo sus doctrinas, hay jóvenes que en magnífico desagravio vinieron a morir junto a su tumba, a darle su sangre y su vida para que él siga viviendo en el alma de la patria. ¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!”

El alegato de entonces concluía: “En cuanto a mí,  sé que la cárcel será dura como no lo ha sido nunca para nadie,  preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento,  pero no la temo,  como no temo la furia del tirano miserable que arrancó la vida a setenta hermanos míos. Condenadme, no importa, la Historia me absolverá”.

(Artículo de opinión)


 

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