Mandao, un emprendimiento entre cuentapropistas nacionales y cubanoamericanos

Por Lucía Jerez

Mandao es un emprendimiento que une a varios negocios que conforman la amplia red de comercios privados en Cuba

Aunque parezca inverosímil dada la inestabilidad de sus políticas económicas, cada vez son más quienes se atreven a emprender en Cuba. Muchos la ven como un diamante en bruto y cualquier apertura genera sorpresas.

Hace unos meses una nueva iniciativa se coló en las redes sociales: Mandao, que permite a quienes viven en Estados Unidos solicitar comida en restaurantes y cafeterías habaneras, para que sean entregados a sus familiares y amigos.

Esta propuesta une a varios negocios que conforman la amplia red de comercios privados. Es una idea compartida entre cuentapropistas nacionales y cubanoamericanos, lo cual evidencia aún más los nexos entre ambas comunidades.

Un trabajador de la heladería Gelato, incluida entre las opciones de Mandao, comentó que ha sido exitoso quedar incluidos en este giro pues, evidentemente, genera mayor visibilidad.

Los municipios a los que han llegado los envíos son Playa, Plaza de la Revolución, La Lisa, Cerro, Centro Habana, Habana Vieja y Diez de Octubre. Recientemente, a petición del público en la Florida, se han agregado Regla, Arroyo Naranjo y Boyeros.

Quienes viven en Estados Unidos han encontrado en Mandao una forma de contribuir con sus seres queridos, en un contexto en el cual las estrategias de la Casa Blanca sobre limitación de remesas y la coyuntura que enfrenta la isla, han construido un ambiente nada favorable para el bienestar de los cubanos.

Como todo emprendimiento en la mayor de las Antillas, este ha tenido que batirse con los problemas de rutina. Ahora, ante la escasez de petróleo, Mandao ha optado por bicicletas y motos eléctricas para recorrer la ciudad.

Si bien sus empleados acotan que la alternativa disminuye los gastos en cuanto a movilidad y que ha recibido la aceptación de los clientes, resulta caro utilizar estos servicios. “Es diferente si desde afuera lo hacen porque el valor de la moneda es otro, pero aquí es difícil”, señala Norberto, auxiliar de cocina de una paladar en Miramar.

Alicia, por su parte, explica que los lugares que incluyen esta oferta, como Gelato, Toca Madera, Área +53 y Mediterráneo Havana, destacan por ser sitios donde el costo de los platos es demasiado elevado para el nivel de vida de la población. Entonces, si adicionas un despacho al hogar, va a aumentar el importe.

Es por eso que un kilogramo de helado cuesta 14 CUC, mientras que medio kilogramo sale a 8 CUC, cifras que un cubano de a pie se pensaría dos veces.

“He escuchado que le llaman el Amazon de aquí, lo cual considero una exageración total. Apartando la singularidad que pueda tener desde el punto de vista de la ayuda externa, es un negocio más de los que están enfocados hacia una porción mínima del pueblo”, enfatiza Naida Ubieta, maestra.

Entre disímiles factores, las propias acciones gubernamentales obligan a quienes invierten en el archipiélago antillano a establecer precios astronómicos. La ausencia de un mercado mayorista, los impuestos, entre otros factores, conspiran para que pocos puedan disfrutar regularmente de estas opciones gastronómicas que les quedan a la vuelta de la esquina.