EEUU
Maleta nuclear ya está en manos de Joe Biden
Un ayudante de Donald Trump le entregó la maleta nuclear al presidente electo de EE.UU. Joe Biden.
Donald Trump se negó a entregarle el mando de las fuerzas armadas de EE.UU. personalmente a Joe Biden.
Aunque no le fue entregada personalmente por el presidente saliente Donald Trump, ya el recién nombrado 46 Presidente de los EE.UU., Joe Biden, tiene en su poder la maleta nuclear, que se considera la más poderosa del mundo.
El maletín nuclear, la maleta más indispensable de viaje de todo presidente de los Estados Unidos, es uno de los elementos más simbólicos e importantes dentro de las transiciones o tomas de poder en los EE.UU. Es “el ritual sagrado” en el que el presidente saliente le entrega el poder de mando de todo el arsenal nuclear de los EE.UU. al presidente entrante; una tradición que ya tiene más de seis décadas, desde que los EE.UU. debutara como potencia mundial en el uso de armamentos nucleares.
Algunos la llaman “la caja negra”, y es bastante pesada, pues aunque es una maleta normal, todo el “aparataje nuclear” que lleva dentro está reforzado por fuera con metal. ¿Por qué viaja siempre con el presidente dondequiera que va? Pues porque los EE.UU. tienen esa historia metida en su cabeza de que “alguien” los atacará de pronto, de manera inesperada, y el Presidente, o Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, necesita tener no solo la decisión en su voz, sino también en su mano.
Hace años se creía que serían los rusos los que los atacarían; luego han sido los gobiernos de Irán, si acaso Libia y Siria en algún momento esporádico de conflicto, y ahora Corea del Norte, los enemigos de EE.UU. que “logran” que el presidente viaje con esa maleta nuclear a todas partes. En teoría, también sirve para tener a raya a sus enemigos, pues ellos más que nadie saben que ciertos códigos pueden desatar una III Guerra Mundial, que sería en realidad una guerra nuclear.
El traspaso de la maleta nuclear se comenzó a utilizar durante el gobierno de John F. Kennedy. Kennedy. Como fue asesinado, no pudo pasársela a manos de nadie, pero rigurosamente había sido así, desde 1963 hasta 1969, durante el mandato del 36 presidente de EE.UU., Lindon Johnson. Johnson, que sustituyó a Kennedy tras su muerte, se la dio personalmente a Richard Nixon. Este, que tuvo que dimitir antes de tiempo debido al escándalo conocido como Watergate, la entregó a Gerald Ford en 1974. Este a su vez se la dio a Jimmy Carter; Carter a Ronald Reagan; Ronald Reagan a George Bush Padre; este a Bill Clinton y Bill, luego, al hijo de George Bush y de igual nombre.
Así, de manos demócratas a manos republicanas y viceversa “continuó su curso” la maleta nuclear sin sobresaltos por escándalos políticos. Bush hijo se la dio a Barack Obama; este a Donald Trump; y Donald Trump a… un ayudante, pues se negó a dársela personalmente a Joe Biden. Sí, por primera vez, en más de un siglo, el mandatario saliente no estuvo en la toma de posesión de su sucesor, y la maleta nuclear pasó – aunque bien protegida – por otras manos antes de llegar a las manos del presidente 46.
De derecha a izquierda los presidentes que han usado el maletín nuclear
No es la primera vez que Joe Biden tiene la maleta delante. El reglamento indica que dos personas deben ser instruidas en su uso. El Presidente y el Vicepresidente de los EE.UU., así que Biden, que fue Vicepresidente de EE.UU. entre el año 2008 y el 2016, sabe como opera la dichosa maleta.
De todas maneras hoy, tanto él como Kamala Harris recibirán “un curso” sobre cómo funcionan los llamados “códigos de oro”, que no es otra que una clave secreta que se le otorga al presidente de EE.UU. y con los cuales tiene todo el poder del mundo para desatar un ataque nuclear.
Fíjense si esa maleta es importante, que se dice que nunca está separada a más de tres metros de distancia del presidente de Estados Unidos.
Por suerte, aunque tener la maleta es toda una responsabilidad y muchos lo ven como un peligro, la verdad es que ni el presidente saliente, ni el presidente entrante pueden de por sí lanzar el ataque, pues en realidad los códigos nucleares y las claves que permiten identificarse al presidente como tal para dar la orden de un ataque no están dentro de la maleta.
De hecho, la clave para activar un ataque nuclear está en una pequeña tarjeta de plástico que el presidente en turno guarda en un bolsillo, pero ni siquiera con eso está autorizado para lanzar el ataque, pues primero tiene que identificarse ante la Unidad de Guerra en el Pentágono y la sede del Ministerio de la Defensa.
Por cierto, las claves de la tarjeta del presidente saliente quedan desactivadas al mediodía del día de la inauguración, mientras entra en funcionamiento la del nuevo mandatario.
Roberto A.
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