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Para los niños cubanos “Barquito de Papel” será siempre un recuerdo imborrable. Murió en Matanzas su creador Jesús del Castillo

Jesús del Castillo estudió Ingeniería Eléctrica. Para ese entonces no imaginaba que llegaría a ser una de las personalidades más queridas de la televisión cubana, ni que la mayoría de los niños que habitan esta isla le iban a deber muchas de sus sonrisas, mirando Barquito de Papel.

Desde que este 11 de diciembre se dio a conocer su muerte, TV Yumurí y gran parte del pueblo de la mayor de las Antillas lamenta la pérdida de un buen profesional, pero sobre todo de un gran ser humano.

La prensa oficialista otra vez se quedó corta a la hora de abordar el suceso y de escribir acerca de Jesús, o Chuchi, como le conocían entre sus más allegados. “Fallece dramaturgo cubano, Premio Casa de las Américas”, titular de la agencia Prensa Latina, el cual replicó íntegramente el diario Trabajadores. No encierra, ni transmite, lo que significa para los televidentes la partida de este artista.

“Yo te pudiera decir que hoy es un día triste, muy triste para Matanzas, en especial, para TV Yumurí, del cual fue fundador. Barquito de papel, una de sus realizaciones estrella, se inició en este telecentro, pero llegó a cada rincón del archipiélago. Con él los infantes aprendieron geografía, aprendieron a divertirse y a jugar en equipo, incluso, a través de la pantalla”, cuenta emocionada Catalina Villegas, matancera de nacimiento.

“Desde que se supo que había sido enviado al hospital muchos se mantuvieron al tanto. A través de familiares, amigos o conocidos”, dijo Calixto Sánchez. “Fueron 71 años donde la alegría y la bondad se juntaron en un mismo ser. Seguirá siendo una persona muy querida como su esposa la actriz Fara Madrigal, hija ilustre de la Atenas de Cuba”.

De él también nacieron fabulosos títeres que con talento supo llevar a los teatros. Con ellos reflejaba el entusiasmo y la tristeza que habita en los mortales. Los niños fueron siempre su brújula. A instruirlos dedicó gran parte de su carrera.

“Cómo no acordarnos del programa Soy Feliz que fue creado por él. Se concibió en la ciudad de los puentes y luego, se dispersó con rapidez por el resto de la televisión cubana. Sus guiones, todos, reflejaban el ser humano que era. No sabía de cansancio ni de vejez. Jamás se vio que se le fueran las ganas de vivir”, añade Tania Vázquez.

Jesús del Castillo obtuvo premios en varios certámenes. Con Pipepa ganó el Premio Casa de las Américas en 1998. Su obra Candilejas en el Panal recibió menciones en concursos de dramaturgia, y logró la acogida de un público al que él se debió siempre.

Lucía Jerez

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