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Cuba

Julita Osendi: niño que no llora…

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La colega Julita Osendi en días pasados expuso públicamente a través de su perfil personal en Facebook un delicado asunto que impactaba de manera negativa en su vida social, en su salud y en la de sus vecinos. Julita había agotado – puede decirse así – “las vías establecidas” para resolverlo.

Sin embargo, no había olvidado aquella sabia sentencia que reza: “niño que no llora, no mamá”. Y Julita lloró.

Lloró, como hacen a diario decenas de cubanos que imposibilitados de ver un problema similar resuelto, escriben a la columna de mayor prestigio en la prensa oficialista cubana: la de Pepe Alejandro en el Juventud Rebelde.  Aunque el llanto de Julita Osendi tuvo otra plataforma: Facebook.

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No hay problema que no se pueda resolver, aunque cientos de burócratas, secretarias, funcionarios, organismos y cuadros le hayan dicho que no tiene solución, si usted “llora”; y llora escribiéndole a Pepe en el Juventud Rebelde, o expone públicamente en una red social como Facebook su problema. La vida, a lo largo de los años le ha dado una lógica al “cómo resolver los problemas en Cuba”: mostrando el rostro públicamente de los culpables, pues el ser humano detesta ser objeto del escarnio público, de la burla o la vergüenza.

Nadie mejor que la propia Juli para explicarnos “lo que sucedió” en su caso y cómo lo resolvió.

Bastó que públicamente quedara expuesto su agobio ante los escombros que rodeaban su vivienda; bastó que a través de Facebook se conociera del asunto, para que “mágicamente” apareciera la solución.

Indudablemente esta método tiene aún sus detractores; pero son cientos los ejemplos de casos resueltos, gracias a la divulgación del problema. Gracias a la “viralidad” del asunto. La mayoría de estos “trabajos herculianos” tienen solución, basta que llegue a los oídos indicados y una red social como Facebook, sin dudas posibilita que “la cosa camine”.

Lo importante es decirlo. Exponerlo. Lanzar la pelota, diría Julita. De seguro en el camino, esta encontrará un bate que ¡por fin! le haga swing.

por Roberto A.

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