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Un juez fiscal en España ha interrogado como todo un macho violador a una víctima de una violación grupal en Sabadell.

El fiscal busca penas para culpables de hasta 41 años pero, ¿quién lo condena a él por su actitud disfrazada de “esclarecimiento” del delito?

¡Vergüenza! La justicia española tendrá que ponerse las pilas y legislar pronto sobre estas actitudes machistas, oprobiosas y victimizantes de no pocos jueces españoles a la hora de “esclarecer un delito”, “defender al acusado” y cualquier otra frasecita de esas con la que los letrados “suelen defender” sus argumentos en los jurados cuando interrogan a una víctima de violación.

La más reciente de las violentadas y victimizadas en una corte ha sido una joven de apenas 18 años de edad -vamos, juez machango, es apenas casi una niña- conocida como la víctima de violación por parte de la “manada de Sabadell“.

Entre las tontas, injuriosas y lastimantes preguntas de un letrado esta vale por mil: “¿Intentaste escapar?”

Evidentemente el juez es tonto. Hay que ser estúpido para preguntar eso. ¿Alguien quiere ser violado?

La joven lo ha resumido así: “Temí por mi vida”.

El temor de la víctima

Te frustra. No te deja razonar con claridad. Tal vez a ese letrado convendría ponerlo en la misma situación para que viviese la terrible experiencia y ni así. No es mujer. No tiene 18 años. Perdón, sucedió hace dos años. Sí, era una niña de 16 años cuando fue violada por un grupo de hombres.

En más de una ocasión el movimiento feminista, las mujeres, las víctimas de violaciones y en general todas las víctimas de la violencia machista en España han alertado sobre eso. Sin embargo, nada parece convencer a estos machangos letrados. Hoy la joven ha tenido que revivir los hechos. Recordar y contar ante el áspero y victimizante interrogatorio de la Fiscalía como fue violada por turnos en una fábrica abandonada por cuatro hombres.

Según el relato, que ni siquiera conviene ni vamos a reproducir aquí, básicamente sucedió esto: Tres individuos la violaron de forma consecutiva, mientras otros permanecían sin hacer nada para impedirlo.

Por suerte, aunque ello no puede quitar la rabia, el diario español El País, el de mayor circulación en España, ha defendido la justicia al decir que la Fiscalía interrumpió a la joven “para preguntar detalles accesorios, innecesarios, que la turban aún más y obligan al presidente del tribunal a intervenir”.

Y aunque la joven en ocasiones dijo ”ya he contestado a eso”, como bien explica El País, la sesión se convirtió “en un ejercicio de revictimización, como ocurre a menudo con las víctimas de delitos sexuales cuando llegan a juicio”.

El fiscal, que pide entre 37 y 41 años de cárcel por agresión sexual para los cuatro acusados, necesita ya aprender ciertas cosas.

Ariel P.

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