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Cuba

Joven en Cuba se suicidó tras ser multado con 5 mil pesos

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El suicidio del joven ocurrió en Mayarí, ciudad situada en la zona sudoriental de Cuba.

Un joven en Cuba habría cometido suicidio, presuntamente tras ser multado con 5 mil pesos y no tener modos para pagar la multa.

La denuncia, hecha por una mujer identificada como Teresa Miranda y publicada en Facebook por Elena Larrinaga, directora de la Red Femenina de Cuba, terminó siendo una crítica severa al gobierno de la isla por impedir que jóvenes como Jorge Cachón Martínez, el occiso, se busquen la vida vendiendo alimentos en la calle.

Cuenta Elena que Jorge Cachón Martínez, de 25 años de edad, fue multado por vender productos agrícolas en la calle, más específicamente plátanos. En un país donde en cientos de miles de casas con patio hay sembrada una mata de platáno, el agente que lo multó, identificado como Góngora, le impuso al joven la multa de 5000 pesos.

Ocurrió en Mayarí, ciudad situada en la zona sudoriental de Cuba, en el centroeste de la provincia de Holguín. Cachón Martínez no poseía licencia para vender productos agrícolas en la calle. Góngora, además, le decomisó los plátanos.

Este hecho, unido a que presuntamente, días antes, Cachón Martínez había sido multado con 2000 pesos por otro policía nombrado Tabuadita, habrían precipitado su funesta decisión.

Teresa Miranda explica que el hecho sucedió el 29 de marzo. Lo definió como “realmente lamentable y doloroso.”

“(…) se suicidó por ahorcamiento. Este muchacho, con otro amigo, vendía viandas en una carretilla, pero como sabemos, esta actividad es ilegal, como todo en Cuba”, apuntó la mujer en su denuncia sobre la muerte del joven.

Más adelante Teresa refiere que Cachón Martínez era “huérfano de madre y padre”. Todo es parte de un dilema con raíces más profundas. Narra, por ejemplo, la falta de oportunidades que tuvo desde su infancia Cachón Martínez en un país donde ya en La Habana, capital del país, las oportunidades son contadas para las personas huérfanas; así que, añádale a eso el hecho de que el suicidio del joven ocurrió en un municipio de una provincia del Oriente de Cuba.

“Este joven se vio acorralado, en medio del hambre y la vida de perros que estamos llevando, y no vio otra salida que la de quitarse la vida.”

La mujer señala que las calles de Cuba están llenas de represores, chivatos, inspectores y policías, “siempre prestos para hacer daño”.

“Todos estos vampiros que le chupan la sangre al pueblo, solo saben acatar las órdenes de la Mafia Castrista, no hay en estos individuos, ni un ápice de sensibilidad humana. Para nada les importa el sufrimiento de este pueblo, que se muere de hambre y todo tipo de calamidad. Solo les interesa, apoyar a una tiranía asesina, que ha esclavizado a este pueblo, por más de sesenta años. A ellos les pagan por abusar del pueblo. Estos son los verdaderos mercenarios, son los que reciben los salarios más altos, como recompensa a este trabajo tan infame”, expresó la mujer, que aboga porque el gobierno deje de perseguir a los llamados “carretilleros” o a cualquiera que venda alimentos en la calle “para acabar con la hambruna, que en estos momentos, azota al país”.

“La dictadura no vende comida al pueblo, tampoco permite, que otros lo hagan por su cuenta. Las mafias quitan todo tipo de derechos y libertades a la población, usando el hambre como mecanismo de control social, para mantener al pueblo dependiente del Estado, y así ellos, perpetuarse eternamente en el poder”, indicó la mujer, que culpa a Góngora y a Taboadita, los agentes en Cuba que multaron al joven, de su muerte, a pesar de haber sido un suicidio.

Ariel P.

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