Joe Biden y las prohibiciones de viaje de Donald Trump

Donald Trump estableció severas restricciones de viajes a países de creencia religiosa musulmana y a Cuba. Biden promete “liberar” las prohibiciones a los primeros, y pudiera hacerlo mediante una orden ejecutiva.

En cuanto a Cuba, el panorama es más complejo, aunque si quisiera pudiera hacerlo también por ley ejecutiva.

Después de cuatro años en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump tuvo a bien participar en una última tradición presidencial al salir de su cargo el miércoles: dejar una carta para su sucesor dentro de la Oficina Oval. Así lo confirmó este miércoles el portavoz de Trump, Judd Deere, quien especificó que Trump la había dejado en el escritorio de la Oficina Oval en el que deberá sentarse en unas horas Joe Biden.

Por ahora se desconoce el contenido de la carta, pero dejando ese tema a un lado, conviene mencionar uno de los grandes retos que enfrentará Joe Biden en los primeros meses de su mandato: revertir algunas de las prohibiciones de viajes implementadas por la administración Trump.

Algunos expertos consideran que será difícil para Biden desenredar la madeja de “los viajes” de manera legal y ordenada, por lo que algunos hablan de que el nuevo presidente firmará leyes ejecutivas para “borrar” del mapa algunas de las prohibiciones.

Gran parte de este problema está centrado en la orden que prohíbe viajar a los EE.UU. a personas de países de mayoría musulmana, en parte porque muchísimas familias estadounidenses están separadas ahora mismo por tal motivo. Dentro del amplio espectro de comunidades de migrantes en EE.UU., este, sin dudas, es el grupo que más problemas presenta.

Los partidarios de la inmigración de línea dura dicen que sería un error poner fin por completo a la prohibición de viajar, pero otros afirman que debe abolirse de inmediato, pues prohibir a todos los viajeros de un país no fue la respuesta y que por el contrario, alimentó una narrativa de que Estados Unidos discrimina a los musulmanes.

Los críticos de la prohibición de viajar alegan que también ha tenido un gran impacto en la vida dentro de los EE.UU. y los expertos legales aseguran que será relativamente fácil para Biden poner fin a la prohibición de viajar el primer día de su administración, tal y como prometió. Si la política fue creada por orden ejecutiva, se puede revertir de la misma manera.

En cuanto a Cuba el panorama es distinto.

La Administración Trump, al agregar a Cuba a su lista de países patrocinadores del terrorismo ha dejado un verdadero desafío para que la administración Biden restablezca las relaciones; siquiera las comerciales.

Si ya la isla caribeña tenía el panorama complicado con el embargo, sucesivas sanciones en materia de comercio a las que se incorporaron otras en materia de viajes, no parecen dejarle muchas opciones a Biden.

La administración Obama, de la que Joe Biden fue vicepresidente, derogó esa designación de “país patrocinador del terrorismo en 2015”, un paso lógico, si se quiere, teniendo en cuenta el deshielo de diciembre de 2014, el intercambio de espías y la futura visita de Barack Obama a la isla.

Todavía se desconoce cuánto estaría Joe Biden de acuerdo con aquella medida tomada por Obama. Es probable que como vicepresidente la acatara, pero una cosa pudiera ser lo que pensó e hizo en el 2015 como vicepresidente, y otra distinta lo que piensa 6 años después, y siendo ya el inquilino principal de la Casa Blanca.

¿Pudiera Biden revertir de un plumazo la prohibición de viajes a Cuba? En teoría sí, pero no hay dudas que esta última designación dejada a la isla complicará un probable entendimiento entre la administración de Biden y La Habana; en parte, porque Joe Biden parece ser fiel al legado de que la isla debe liberar a todos los presos políticos, garantizar el derecho a la libertad de expresión, a la legalización de todos los partidos políticos y comprometerse a celebrar elecciones libres y justas, algo que el gobierno de Cuba no parece interesado en asumir y a menudo llama “injerencismo” e “interferencia” en decisiones políticas de los estados.

Viajes en aerolíneas regulares y charters forman parte de los intereses del gobierno de La Habana; que se retome el envío de remesas a Cuba también, pero ¿sucederá?

Joe Biden deberá enfrentar además, se sabe, al poder de los cubanoamericanos republicanos en el Congreso.

En teoría, de un plumazo, pudieran volver a la isla miles de norteamericanos en cruceros y aumentar el número de vuelos desde los EE.UU., pero Joe Biden deberá enfrentar primero otros problemas internos y luego chocar contra una realidad indiscutible: Cuba está, lo admita él como verdad o no, en una lista “peligrosa”, compartiendo “honores” con Corea del Norte, Irak y Siria.

Roberto A.

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