EEUU
Hombre sobrevive a caída de 30 metros por acantilado en EEUU
Un hombre que cayó un centenar de pies por un acantilado en EEUU el fin de semana sobrevivió tras un aterrizaje milagroso cerca del abismo.
Un equipo de bomberos empleó varias horas para llevar a cabo el peligroso rescate de un hombre que se precipitó por un acantilado en EEUU el domingo pasado. La caída estuvo cerca de ser fatal, informa la cuenta de Twitter del Departamento de Bomberos de Salt Lake City.
El excursionista había salido a caminar en Salt Lake City, la capital de Utah, cuando se precipitó por un barranco y rodó hasta unos 100 pies más abajo -equivalente a poco más de 30 metros-, e increíblemente quedó en una especie de cornisa en un nivel intermedio.
Según añade en un reporte Fox News, en su accidente sufrió heridas, perdió su teléfono y quedó sin posibilidades de avisar a las autoridades para que acudieran en su ayuda, y estuvo allí por cinco horas.
La caída del excursionista no identificado de 29 años ocurrió en 1000 N. Victory Road, cerca de un área industrial de Salt Lake City al oeste de Ensign Peak, y lo dejó con heridas en la pelvis y una pierna.
El caminante, sin otra posibilidad de solicitar apoyo, encendió una linterna y comenzó a gritar y agitar los brazos y para su fortuna, un grupo de personas sin hogar que pasaban cerca del lugar lo divisó y pudo llamar al 911.
Here you can see crews lowering the man down the cliff side. pic.twitter.com/obxq3FqZB1
— Salt Lake City Fire Department (@slcfire) December 27, 2020
Los bomberos acudieron al rescate que no era nada fácil, por la posición del accidentado y las condiciones del acantilado, y debieron buscar un punto de apoyo firme para fijar su equipo y poder llegar hasta donde este se encontraba.
Los videos compartidos en la red social muestran la peligrosidad de la situación en la cual los rescatistas se preparan para bajarlo de la cornisa.
Tras unas dos horas de trabajosas operaciones, finalmente pudieron llegar hasta el sitio y salvar a la persona que estaba consciente pero desorientada, y a quien bajaron en una camilla.
Omar Cortázar
