Habana 500: aplanadoras a deshora y rehabilitaciones incompletas

Texto y fotos: María Carla Prieto

El gobierno presume de 2 mil inmuebles rehabilitados, pero muchas de las obras por el 500 aniversario de La Habana están a medias

La capital de Cuba se engalana por su 500 aniversario. Desde hace más de un año no se habla de otra cosa. En las últimas semanas los medios oficialistas han proclamado, a bombo y platillo, el número de  inmuebles rehabilitados.

Aunque la cifra asciende a 2000, la inmensa mayoría tributa a proyectos de la Oficina del Historiador de la Ciudad y tienen, además del carácter patrimonial, un marcado interés turístico.

Del otro lado de la moneda se encuentran las restauraciones pendientes. La meta impuesta fue muy alta. En muchos rincones de la Habana se trabaja hasta altas horas de la noche para cumplir lo prometido. Las causas de la demora son, en su mayoría, la falta de presupuesto o la tardanza a la hora de acometer las obras.

Randy lo sabe mejor que nadie. A las nueve de la noche continúa conduciendo su aplanadora Prado arriba y abajo. Delante, un compañero vierte el asfalto humeante. Pareciera no tener para cuando acabar. Están atrasados.

“Se decidió priorizar el acabado de los hoteles, y se dejó para el final la reparación de las calles. Hace más de dos semanas estamos aquí. Levantamos todo el piso, lo preparamos regularmente para ahora echarle el chapapote. No vamos ni por la mitad, pero debemos terminar en ocho días”, nos cuenta el trabajador.

De manera general, el paseo habanero ostenta desde hace años varias edificaciones en ejecución. A día de hoy están bastante lejos de la apertura al público. Entre ellas está el hotel Regis. Mientras el guardia trata de convencerme de que faltan “algunos detallitos, pero estará listo antes de la conmemoración”, pueden verse los andamios a través de las mallas de cubierta.

Si tenemos en cuenta el poco tiempo hasta la fecha tope, el próximo 16 de noviembre, debiera estar ya totalmente habilitado, con cantidades significativas de personas ultimando pormenores. No es el caso.

El joven Abdel frecuenta este tramo del Prado para montar patineta con sus colegas. Todos concuerdan en algo: no han visto a nadie ahí en un largo período. “El lugar siempre está tal como ahora: alguien en la garita y oscuro lo demás. Algunos materiales de fabricación ocupan la calle contigua desde hace más de un año; como se encuentran al alcance de las personas le pusieron un custodio”.

No entiendo por qué el vigilante se empeñó en mentir, muy por el contrario de su par del Corona, a escasos metros del Museo de la Revolución, también en obras. “Esta es la construcción fantasma –explica. No sabemos cuántas veces se ha detenido porque el presupuesto aparece y se pierde, escasea lo mismo el cemento que la piedra, la gravilla o la brigada de albañiles se demora. Si te fijas bien, aún están instalados los toboganes para botar los escombros, así que de la terminación estamos lejos”.

Por ese estilo está La Moderna Poesía, librería situada a la entrada de la calle Obispo. Según cuentan algunos trabajadores de la zona, hace poco más de un mes fue desmantelada, para una remodelación express por el 500 aniversario de La Habana.

“Al principio decían que la iban a devolver a su sitio –una casa amplia en la acera del frente- pero esa también está hecha añicos. Al actual local le levantaron los suelos, le llevaron todo el mobiliario y ahí está”, refiere Fernando, dependiente del Café Wanda, en la misma calle.

El edificio número 207 de Malecón tampoco asistirá a los festejos. Este inmueble de viviendas recibirá un poco de “chapa y pintura de corre, corre”, pues hace feo entre los del alrededor.

“Hace como dos semanas nos trajeron una brigada de obreros, con una cantidad mínima de materiales para arrancar los arreglos. Al principio nos entusiasmamos, pero luego advertimos que el volumen de insumos alcanzaría escasamente para la fachada”, refiere Julia, una vecina. “Los pedazos de balcones se caen mientras los obreros pintan el frente de un color bonito. Total, es para ser visto desde fuera. Nuestro edificación es una vieja con coloretes, como toda la ciudad”.