EEUU
Filmar a un policía en la Florida tiene su excepción
Los tribunales federales de todo el país han determinado que el público tiene el derecho constitucional de filmar a los policías.
La regla general, no solo en la Florida, sino en todo el país es que se permiten las grabaciones siempre que no interfieran con el trabajo de la policía.
Aquellos residentes de la Florida que se sienten confiados y seguros filmando la actuación de un policía, a modo de “testigo”, “protección” o “para subirlo a Facebook/Twitter/Instagram, deben estar sumamente atentos a partir de ahora, tras una decisión de un tribunal de Boynton Beach, al noreste del estado del Sol.
Antes de explicar qué ha sucedido con la decisión del caso y por qué impactaría en la filmación en un futuro de la actuación de un policía conviene señalar que el sistema de justicia de los EE.UU. toma muy en cuenta, de hecho casi que como “ley sagrada” el llamado referente. Es decir: si las circunstancias que rodean una decisión judicial son similares a un juicio ya efectuado y sancionado, el juez del tribunal puede tomar esa decisión previa como referente a la hora de dar su dictamen.
Y es precisamente esto lo preocupante de esta decisión tomada en Boynton Beach. Que filmar a un policía puede tener excepciones, y un posible arresto si no lo hace de la manera correcta. Si esta decisión se toma como referente para el futuro, atención…
¿Han cambiado las reglas? Sí y no. A nivel nacional está establecido que un oficial de la ley, como servidor público, puede ser grabado en el ejercicio de sus funciones. Eso ha permitido la aclaración de no pocos casos de mala conducta policial, a partir de la investigación hecha internamente por la policía, como por la exposición del video en los medios de comunicación y/o en redes sociales.
Sin embargo, esta decisión alcanzada en Boynton Beach pudiera cambiarlo todo en la Florida. Ya el hecho de que en un estado cambie, puede servir de pretexto para que en otros estados se asuma también. No tiene que ser así, y todo tiene que ir por los canales establecidos del sistema; pero puede…
Vayamos al caso. Un caso que lleva más de una década rodando por los tribunales, luego de que la Oficina del Fiscal del Estado se negara a procesar a Tasha Ford, pero ella, por el contrario, demandó a la policía por arresto falso.
El caso
En medio de numerosas evidencias de abusos policiales, o malas conductas por parte de estos; son notorios los intentos por parte de la población de protegerse mediante la filmación con teléfonos celulares de la actuación de los agentes. Ahora, un tribunal de Boynton Beach le ha puesto un ligero “stop” a esas grabaciones, y ha dicho que si la persona que graba, gira intencionadamente la cámara hacia los oficiales de policía podría ser arrestado.
La decisión se dictaminó en un tribunal de apelaciones, lo que lo hace más “firme”.
Tras un fallo dividido en esta corte de apelaciones de Florida, este miércoles se confirmó como “válido” el arresto de una mujer que filmó a unos oficiales de policía en las afueras de un cine en la Florida.
El tribunal de la Florida ha dictaminado que los oficiales de la policía tenían la autoridad para arrestar a Tasha Ford, una joven madre quien los registró deteniendo a su hijo adolescente en 2009, según una opinión de 2 a 1 de los jueces del Tribunal de Apelaciones del 4º Distrito.
“En resumen, obstruyó la investigación y el procesamiento de la detención de su hijo, una ejecución legal de su deber”, escribieron los jueces Melanie G. May y Edward L. Artau.
Los hechos ocurrieron así. El hijo de Tasha se coló en el cine. Los oficiales llegaron y procedieron a su detención.
En medio de todo eso llegó ella, y con el teléfono en la mano “se metió en medio” de los policías para impedir el arresto. Los policías varias veces le dijeron que interrumpiera lo que estaba haciendo y les dejara hacer su trabajo.
Al final terminaron enfrentándose las partes en el estacionamiento aledaño al cine.
La mujer, en su testimonio, dijo que ella procedió a grabar lo sucedido para evitar que los policías mintieran sobre lo que sucedió esa noche.
“Bueno, como usted sabe, soy negra. Y en nuestra comunidad hay muchas cosas que suceden. Y no quiero ser víctima de esas cosas”, explicó Tasha en su defensa. “Pensé que si los filmaba con la cámara, todos serían honestos y veraces”.
Decisión de la jueza que votó en contra
Según el dictamen, los oficiales le dieron repetidas órdenes a ella para que dejara de usar la cámara digital sin su permiso, ya que estaba interfiriendo en la investigación del adolescente acusado de colarse en el cine.
Los abogados de los oficiales argumentaron que Tasha invadió la privacidad de los policías; así justificaron los cargos de interceptar comunicaciones orales y obstrucción sin violencia.
La jueza Martha C. Warner, en un extenso alegato, escribió que la madre no hizo nada malo y que la policía no debería tener una expectativa “razonable” de privacidad en lugares públicos y advirtió que proteger a los policías del escrutinio significaría que “todo el que saque un teléfono celular para grabar una interacción con la policía, ya sea como espectador, testigo o sospechoso, está cometiendo un delito”.
Warner concluyó que Ford no debería haber sido acusada de obstrucción porque ella no se interpuso en el camino de los oficiales para hacer su trabajo.
“Ella no se interpuso entre su hijo y los oficiales para obstaculizar físicamente sus deberes. Ella simplemente se expresó apasionadamente como lo haría cualquier madre”, manifestó la jueza.
Warner dijo que el caso es un recordatorio de por qué es importante que la gente grabe a los policías en público.
“Los hechos de este caso parecen ser demasiado similares a tantos encuentros policiales capturados en video o teléfonos celulares”, escribió. “Dada la prevalencia de pequeñas cámaras de video y teléfonos celulares en los espacios públicos, la sociedad definitivamente se ha inclinado a aprobar el video de los oficiales en el desempeño de sus funciones como método de rendición de cuentas”.
La jueza, la única que votó en contra, dijo que no cree que “la sociedad esté lista para reconocer que la grabación de esas interacciones, que incluyen grabaciones de audio, están de alguna manera sujetas al derecho de privacidad del oficial”.
Y lanzó un auténtico “bombazo” la jueza más adelante cuando expresó:
“Si ese fuera el caso, entonces si el individuo que grabó a George Floyd diciendo a los oficiales ‘No puedo respirar’ hubiera estado en Florida, habría sido culpable de un crimen”.
“¿Derek Chauvin habría sido condenado sin esa cinta de video?”, se preguntó ahora, tras la decisión alcanzada en Boynton Beach, James K. Green, un destacado abogado de derechos civiles de West Palm Beach.
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“Los ciudadanos que filman a los agentes de policía es absolutamente esencial para la transparencia y la rendición de cuentas”, dijo Green.
“Sin poder registrar a los agentes de la ley que interactúan con los ciudadanos, no hay forma de hacerlos responsables. Es solo su palabra contra los ciudadanos”.
Decisión del tribunal
Los tribunales federales de todo el país han determinado que el público tiene el derecho constitucional de registrar a los policías; pero la regla general es que se permiten las grabaciones siempre que no interfieran con el trabajo de la policía.
Y esto es lo que parece incidió en la decisión tomada en Boynton Beach. Tasha, al proteger a su hijo, impidió que estos procedieran a la comunicación verbal correcta con el adolescente. Básicamente interfirió en el arresto.
La corte federal de apelaciones cuya jurisdicción pertenece a la Florida ha dictaminado que las personas tienen “un derecho de la Primera Enmienda, sujeto a restricciones razonables de tiempo, manera y lugar, para fotografiar o grabar en video la conducta de la policía”.
Ya sabe, GRABE EL HECHO, no a los policías, NO ENTORPEZCA.
Al menos eso es lo que ha dicho el Tribunal de apelaciones de Boynton Beach.
Ariel P.