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Extraen cable de 70 centímetros de la vejiga de un niño en China
Un niño en China quiso saber de dónde provenía la orina que él miccionaba, así que se introdujo por la uretra un cable eléctrico de 70 centímetros de largo.
La curiosidad no solo parece haber matado al gato, según reza el viejo refrán, sino que también parece haberse apoderado del interés y la mente de un niño en China.
El menor, indican medios desde el país asiático, se sintió profundamente intrigado por saber de dónde provenía la orina esa que él, a cada rato, miccionaba por su pequeño pene.
Decidido a dilucidar el misterio, el niño se introdujo un cable por la uretra pero, en algún momento de su “investigación”, el cable se le escapó de las manos.
El niño no pudo recuperar el cable y este terminó alojándose en el interior de su vejiga.
Dicen los medios desde China que eso sucedió hace ya 3 meses, pero ahora es que el niño fue llevado al hospital, donde luego de la operación, que duró alrededor de una hora, se recuperó satisfactoriamente.
A 13-year-old boy from Dongguan, South China's Guangdong Province, had to undergo surgery to remove a 70-centimeter-long electric wire he inserted into his urethra after becoming curious about where urine came from. https://t.co/WXKcI07DA0 pic.twitter.com/uV2jshvWQG
— Global Times (@globaltimesnews) November 3, 2020
El hecho sucedió en la ciudad china de Dongguan, en la provincia de Cantón, donde también el niño -en realidad es un adolescente de 13 años- fue sometido a una cirugía para extraerle de la vejiga el cable.
Y no, no era un cable “cualquiera”. Era todo un señor ¡cable eléctrico de 70 centímetros de largo!
El niño, identificado como Xiao He relató a los médicos y a diarios de China que comenzó a vivir después del “experimento”, episodios de hematuria (orina con sangre), urgencia de orinar repentina y frecuentemente y dolor al miccionar.
Dice el médico que lo atendió y operó, que el cable se encontraba recubierto de cristales endurecidos producidos por la orina y ya había perdido su color original.
La nota no lo precisa, pero se supone que el cable fuese de cobre. Según el médico, de haber estado más tiempo en la vejiga del niño, le podría haber causado daños severos en el organismo.
Sirva este ejemplo para alertar a los padres de los niños sobre la importancia de estar siempre pendientes de ellos, así como de explicarle detalladamente el daño que pueden producir en su organismo la introducción de cuerpos “extraños” por orificios como la nariz, la boca, los oídos, la uretra, la vagina y el ano.
Sandro Nieto
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