Estado cubano: único “autorizado” a demorar pago de sus deudas

Esta mañana dos noticias llaman la atención sobre un hecho que es harto conocido en la realidad cubana: la llamada “ley del embudo”. Una ley que se aplica para beneficio del Estado cubano (parte ancha del embudo) y que se vuelve estrecha cuando le toca al individuo.

El ejemplo es este: Mientras la Empresa Eléctrica de Santiago de Cuba le cortó la electricidad a aproximadamente 8 800 núcleos familiares (casas) por morosos en el pago de sus deberes como consumidores, al otro lado del país, en la provincia de Matanzas, un campesino espera porque el mismo Estado -en Cuba el Estado es TODO y TODO es prácticamente del Estado- le pague un dinero que le debe desde enero del 2019.

Según un artículo del oficialista Juventud Rebelde, Alberto Carmenate Ortega, residente en el municipio de Perico, provincia de Matanzas, es socio de la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Ramón Rodríguez Milián, como cuidador de cerdos y, en enero del 2019, le dio a la CCS 459 kilogramos de carne. Esta entidad, a su vez, le vendió la carne a la granja urbana del municipio.

Ya la carne fue pagada por la granja urbana a la CCS pero, ni un kilo prieto partido por la mitad de ese dinero ha llegado a las manos de Alberto.

Son 11 016 pesos cubanos. No mucho, es verdad, pero es SU DINERO.

Son 1011.92 libras. Una matemática sencilla nos dice que el Estado le paga la libra de cerdo a Alberto a 10 CUP y se la vende al pueblo a 40 pesos como mínimo. Si esas mismas libras de carne de cerdo las vendiera Alberto al precio que está ahora mismo “en la calle” y “volando”, sería 5 veces su valor: 50,596 pesos.

El pobre campesino comenzó a reclamar desde marzo del 2019, su dinero. Lo que ha recibido son evasivas y vaselina. Ha tenido que escuchar decenas de veces el estira y encoge que tienen en la CCS con el Banco por el pago de sus 11 016 CUP.

El hombre llamó a Atención a la Población del Gobierno, y le comunicaron que “esa situación la debe resolver el municipio”. En la ANAP provincial le dicen que tienen que entregarle el dinero. Y lo informó también en Atención a la Población del Partido en la provincia.

Ahora la CCS alega que utilizó ese dinero para pagar deudas a otras entidades. Un dinero que no les correspondía, porque era de él, de Alberto.

Y si esto les resulta triste, pues siéntese, porque la bola pica y se extiende. Otras cinco personas, campesinos como él, están en su mismo caso.

Es significativo el hecho de que recientemente el tema del impago del Estado a sus productores de alimentos, fue el motivo de la pregunta que le hiciera el gobernante cubano Miguel Mario Díaz-Canel a una campesina santiaguera. Esta “le cantó las 40 al mandatario”, aunque curiosamente ella nunca había sido afectada por impagos; pero no porque fueran eficientes precisamente. El hijo de la mujer se lo aseguró a Díaz-Canel en su propio rostro: le pagan porque sino ella da bateo.

Sin embargo, el papá Estado que dirige Díaz-Canel, en Santiago de Cuba, sí que sabe cómo cobrar su dinerito cuando es el cubano de a pie el que le debe.

Allí, a los residentes de 8 800 viviendas les cortaron la electricidad porque estos aún no habían pagado su deuda, informaba el oficialista Sierra Maestra.

Héctor Sánchez Caraballo, especialista principal de la Dirección Comercial de esa entidad en el territorio, refiere que incluso la cifra pudiera incrementarse con aquellos que contraigan deudas en el mes en curso.

Este funcionario habló de una deuda que supera 6,9 millones de pesos en el sector residencial, y medio millón en el estatal. De esos, 4,9 millones corresponde al sector no estatal a los cuales exhortó “a ejercer el pago con disciplina y responsabilidad”.

“Ese es un deber que tienen como ciudadanos, y la Empresa necesita de ese financiamiento para poder seguir prestando los servicios a la población y a clientes jurídicos”.

Ah, Caraballo…

por Ariel P.

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