Estadio universitario Juan Abrantes en peligro de derrumbe

Texto y fotos: Vladia Rosa García

Desde el año pasado existían rumores de un posible cierre del estadio universitario Juan Abrantes. Ahora ya se confirma que tiene peligro de derrumbe

El estadio universitario Juan Abrantes está en peligro de derrumbe. Aun así, continúa con sus servicios habituales, entre ellos el Centro de Idiomas de la Universidad de La Habana, donde se imparten clases a los estudiantes de las distintas facultades, y las cátedras de Educación Física, que se encuentran en los pisos superiores de la instalación.

Desde el año pasado existían rumores de un posible cierre, pero por ahora solo se evita que el alumnado se siente en las gradas o la acumulación de personal en esta área. “Los custodios no permiten que nos apoyemos en las barandas o hagamos estancia en la parte de arriba”, comenta Mónica, estudiante de Física.

La destrucción del Seder, como también se le conoce, significaría la pérdida del único centro de este tipo que posee la prestigiosa UH. “¿Quedarnos sin estadio?, ni pensarlo, ¿dónde hacemos las fiestas y nos reunimos? Esta es la segunda casa de los estudiantes”, expresa Raudel, quien entrena béisbol todas las tardes en ese terreno.

El lugar evidencia un elevado deterioro y destaca la oxidación del barandal, grietas en las bancadas y los techos, escombros acumulados, suciedad y basura por todo el perímetro. “Para transitar por los pasillos siempre tienes que estar pendiente de si cae algún pedazo de pared. En muchas partes ya los profesores no autorizan el paso y desde allí sale tremendo mal olor y se amontonan los desechos”, dice Claudia, de tercer año de Lengua Inglesa.

En abril de 2017 salió publicado en el diario Juventud Rebelde un reportaje en el que se hacía referencia a las dificultades del estadio. En uno de los epígrafes referentes a su construcción, el director general de la Unidad de Aseguramiento de la Universidad, Carlos Manuel Pérez, expuso que la reparación del inmueble “no es problema de dinero, sino de recursos y equipamiento”. Al parecer, 24 meses después la situación es la misma.

Por aquel entonces, el funcionario enfatizó acerca de una reconstrucción para tener más de la mitad del graderío listo en el propio semestre en que se realizó la entrevista. El panorama vigente muestra lo contrario. Además, la página oficial de la institución docente informa como último mantenimiento el emprendido entre 2000 y 2001, que incluía el cambio del techo y la reparación de los peldaños.

Cada año se realiza en esta plaza deportiva el mayor evento competitivo en la historia atlética de la Enseñanza Superior, los Juegos Caribe. “En la pasada edición estuvieron pospuestos por varias jornadas esperando la respuesta de los directivos debido a las precarias condiciones. Esta vez se busca otro terreno por miedo al colapso de la estructura”, explica un dirigente estudiantil.

Mientras, se reducen las sesiones de entrenamiento y se trata de no agrupar a un número elevado de universitarios. “Tenemos que estar detrás de los muchachos porque cuando se cansan suben a coger sombra, pero esa parte ya no es segura”, aclara uno de los profesores.

La centenaria entidad reclama la restauración de todas las áreas aledañas. Resulta contradictorio que un sitio como este quede olvidado por las autoridades cuando atesora importantes capítulos de la historia de Cuba. De no ser reparado prontamente, la emblemática Universidad de La Habana quedará sin espacio deportivo.