En pausa otros 25 millones para proyectos hidráulicos 

María Carla Prieto

Pese a los fondos obtenidos para proyectos hidráulicos, los habaneros no notan mejoras ni en el sistema de alcantarillado ni en el saneamiento de la bahía

Este miércoles, Cuba recibió oficialmente de manos del Fondo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo para el Desarrollo Internacional, la suma de 25 millones de dólares. Se planea emplearlos en el saneamiento y drenaje de la zona oeste de la capital del país.

Según Antonio Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), el préstamo servirá para eliminar más de 600 pozos de infiltración, lo cual contribuiría a la mejora del sistema de alcantarillado en la ciudad.

Con esta última, son ya más de 278 millones de USD que la organización invierte en la isla para proyectos de tipo hidráulico, energético y de agricultura. Sin embargo, las mejoras no han sido visibles.

Para el año 2017, la dirección del INRH en La Habana había aprobado el presupuesto para rehabilitar la red de alcantarillado en los municipios de Plaza de la Revolución, Centro Habana y Playa. A día de hoy, no puede hablarse de cambios sustanciales.

La esquina de 17 y E, en el Vedado, tiene un salidero de aguas albañales desde hace varios meses. Los vecinos refieren que en la tarde noche de ayer acudieron a solucionar el problema los trabajadores de la Empresa de Saneamiento.

Amanda, residente de la cuadra, explica: “Siempre el Bar Sarao llamaba a los trabajadores de Aguas de La Habana para destupir el salidero, pues daba mala imagen al lugar. Esto, por supuesto, pagando. Ahora, el sitio nocturno cambió de dueño y el nuevo propietario no lo hace, por eso debimos esperar a que se atendiera nuestra queja”.

Las autoridades hacen recaer buena parte de la culpa sobre los ciudadanos. El discurso oficialista señala los vertimientos de desechos sólidos a los ríos, los asentamientos ilegales sobre cauces naturales y las conexiones ilegales al servicio de alcantarillado como los motivos más recurrentes de las tupiciones. Sin embargo, los recientes problemas con la recogida de basura en la ciudad agravan enormemente la situación.

La culpa no recae solo sobre los habitantes. En 2014, el ingeniero Javier Toledo Tápanes, delegado del INRH en la ciudad, declaró la existencia de 215 áreas propensas a las inundaciones, 137 de ellas en los municipios donde supuestamente se rehabilitarán próximamente los sistemas de drenaje. Es decir, cinco años no han bastado para solucionar el menos una parte del problema.

Saneamiento de la bahía

Recordemos además que, desde 1995, el Proyecto de Saneamiento de la Bahía se propuso mejorar la calidad del agua de la provincia, así como eliminar el abastecimiento mediante pipas y los pozos de filtración. Los vehículos cisternas no han desaparecido; al contrario, son cada vez más perseguidos por los ciudadanos.

Financiado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, las obras de Saneamiento de la Bahía incluían la limpieza de los afluentes capitalinos, entre ellos el río Quibú y el Almendares. “Las labores de saneamiento aquí duraron poquísimo. Al principio, las autoridades competentes realizaban la recogida manual de los residuos, pero de eso hace tiempo ya. Basta con alquilar una barca para darse cuenta del estado real de las aguas”, aclara Ileana, vecina de la calle 32, a escasos metros del Almendares.

¿Dónde han ido a parar los fondos para estos programas? De seguro, ningún habanero necesita escuchar sobre el deplorable estado higiénico de la bahía, pues lo sufre en carne propia. Recemos pues, para que estos nuevos 25 millones sean de real provecho.