Empresas espirituanas en crisis, reconoce medio oficialista

La situación de las empresas espirituanas es bastante grave, según reconoce un medio de esa provincia en un reciente trabajo, en gran parte por el propio ordenamiento monetario impulsado por el gobierno pese a las dificultades.

La crisis no parece tener solución en las empresas espirituanas, sumidas en el incumplimiento de todos sus planes, debido a escasez de materiales, demoras del gobierno para definir precios y las propias limitaciones de la COVID-19, entre otros asuntos.

Un trabajo del medio oficialista Escambray dibuja un escenario bastante desalentador para las entidades de ese territorio de la isla, que se encuentran agobiadas en medio del llamado ordenamiento monetario impulsado por el gobierno cubano, que las ha puesto contra la pared.

“El primer trimestre ha resultado difícil para la mayoría de las entidades, quienes han debido enfrentar los cambios emanados del proceso de ordenamiento monetario en un adverso escenario, donde se combinan los efectos de la pandemia con la crisis económica”, afirma el diario.

El panorama es alarmante, pues se habla de la gran mayoría de las empresas espirituanas muestran indicadores incumplidos, dificultas notables en las ventas y hay decenas de centros productivos y de servicios con pérdidas, algunos debido a la COVID, pero una gran parte, por el “enredo” del ordenamiento.

La falta de aseguramiento de las materias primas y materiales que necesitan para sus producciones siguen golpeando a todas, al punto de que ninguna ha logrado cumplir el plan de circulación mercantil.

Entre los casos más duros están los de las empresas agropecuarias que sí han terminado algunos surtidos, pero no han logrado exportarlos, y en estos momentos “muchos contenedores de carbón se mantienen en los puertos e incluso en las mismas productoras”.

Por otro lado, otras se siguen embrollando en la misma burocracia gubernamental que pone las reglas claras, pues todavía “no se han acabado de definir los precios de los materiales de la construcción y hoy se encuentra paralizada la venta de muchos de estos, y por ejemplo han existido indefiniciones con el acero, el cemento, el bloque y estas tarifas resultan centralizadas”.

El ordenamiento en el adverso escenario de la COVID-19 no parece una buena idea del parte del gobierno cubano y la realidad parece confirmarlo.

Julio Linares