El francés “más rico del mundo” dona €200 millones de euros para reparación de Notre Dame

Dos millonarios franceses, uno el esposo de la actriz Salma Hayek; y el otro, Bernard Arnault, el hombre más rico de Francia, donaron entre ambos $300 millones de euros para las obras de reconstrucción de la Catedral de Notre Dame, uno de los símbolos arquitectónicos de Francia que ayer fue devorado por las llamas.

Apenas unas horas después que el presidente francés Emmanuel Macron lanzara una apelación a través de los medios dirigida a la restauración de Notre Dame, el magnate francés François-Henri Pinault, quien está casado con la actriz de Hollywood Salma Hayek, ofreció € 100 millones de Euros, para tales propósitos. Justo después, “saltó” el hombre más rico de Francia, y el tercer hombre más rico del mundo, el francés Bernard Anault, y dobló la cantidad donada por el primero.

Arnault, ha prometido € 200 millones de euros para la restauración de la Catedral de Notre Dame en París, el doble de las donaciones del marido de Salma Hayek y también el doble de lo que anunciara donaría el gigante petrolero francés Total. La fortuna de Arnault, dueño del grupo de LVMH, está valorada según Bloomberg en $90,4 billones de dólares.

En el comunicado emitido, Arnault dijo que “el Grupo LVMH pone a disposición del estado y de las autoridades competentes todos sus equipos, creativos, arquitectónicos, financieros, para ayudar al largo trabajo de reconstrucción por un lado, y de recaudación de fondos por otro lado”, dirigidos a “levantar nuevamente” la Catedral de Notre Dame, un monumento que era visitado cada año por 13 millones de personas; a un promedio de 35 mil visitantes por día.

Más adelante, señaló:

“La familia Arnault y el grupo LVMH, está en solidaridad con esta tragedia nacional, están asociados a la reconstrucción de esta extraordinaria catedral, símbolo de Francia, su patrimonio y su unidad.”

Así comenzó el fuego en Notre Dame

Hasta ahora se han prometido casi quinientos millones de euros para reconstruir la catedral, un monumento no solo de Francia, sino del mundo entero; orgullo de toda una nación que ayer paralizó corazones y emociones por el mundo entero tras ser consumida en buena parte de su estructura por un fuego no intencional.

Bastó que Emmanuel Macron dijera “Vamos a reconstruir Notre Dame juntos” para que apareciesen las donaciones, que por supuesto, no terminarán ahí.

De hecho, Anne Hidalgo, la alcaldesa de París, dijo que quería organizar una “conferencia internacional de donantes” para dar la bienvenida a “expertos que pueden recaudar fondos”, pues en un caso así, se requiere el concurso de los mejores expertos del mundo en materia de reparación patrimonial.

Así lo dijo Valerie Pecresse, presidenta de la región de Ile-de-France, quien de entrada anunció la donación de un fondo de emergencia de 10 millones de euros dirigidos a ayudar a la arquidiócesis a comenzar el trabajo .

Así quedó Notre Dame, una vez controlado el incendio

Pecresse, aunque conmovida por el triste suceso, expresó con orgullo que la reconstrucción “movilizará a todo un país”, aunque reconoció que será “muy costosa”.

La ayuda no se ha centrado solo en la donación de dinero. Sylvain Charlois, jefe del grupo Charlois (compañía de madera francesa) dijo a la radio FranceInfo que su compañía “estaba lista” para ofrecer las mejores vigas de roble disponibles para reconstruir el entramado complejo que soportaba el techo de la nave central de Notre Dame, ahora destruido.

“El trabajo seguramente llevará años, incluso décadas, pero requerirá miles de metros cúbicos de madera. Tendremos que encontrar los mejores ejemplares, con grandes diámetros” dijo a la estación de radio.