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Cuba

El dilema de las bolsas plásticas en Cuba, según El Toque

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El dilema de las bolsas plásticas en Cuba adquirió un nuevo matiz este lunes, luego de que el diario El Toque publicara un artículo bajo la firma de la periodista Claudia Padrón Cueto titulado “Cuentapropistas no pueden vender bolsas de nylon en Cuba“.

En el trabajo, Claudia recoge que, tal y como establece el artículo 5 f) del Decreto Ley 315 “si no se demuestra la licitud de alguna de las materias primas, el trabajador será multado con 1500 pesos.

Sería este, al parecer, el artículo que tendría a los cuentapropistas cubanos y vendedores tradicionales de jabas fuera de los mercados y establecimientos de gastronomía, cautelosos y temerosos de proveer de un artículo que, con el decursar del tiempo se ha convertido casi que de primera necesidad.

Dentro del golpeado sistema económico cubano, y su depauperada economía, poseer una jaba para cuando sacan algo de comer en algún lugar se ha convertido más que necesidad en una estrategia de supervivencia.

El Toque refiere que, sin embargo, el importe de una multa para una actividad mercantil que se presume “extrae” del mercado negro las bolsas plásticas afecta sin embargo a la propios establecimientos que ofertan los productos, a quienes también les han vetado ofertar jabas.

Para ejemplificarlo, Claudia recoge el testimonio de Camilo, un joven que “después de adquirir dulces en una cafetería privada de 19 y 72, en Playa, Camilo pidió una bolsa para llevarlos a casa.

Antes de responder – dice Camilo – “la dependienta movió la cabeza de un lado a otro, encogió los hombros y le explicó cautelosa: “tenemos prohibido brindar jabas junto a los productos. Si lo hacemos, pueden multarnos.

Los inspectores, pertenecientes a la Dirección Integral de Supervisión y Control, serían – y son – las personas encargadas de verificar y exigir la legalidad del artículo. Es decir: vender una jaba, u ofertarla, requiere poseer un vale de venta que ampare su procedencia legítima.

Sin embargo, precisa la nota, en uno de esos sitios legales, los llamados mercados del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), “únicos establecimientos que comercializan las bolsas de manera regular y con el precio más barato del mercado (0.50 CUP)”  ninguno de ellos entrega el recibo.

Y aquí cabría hacerse otra pregunta: ¿es factible económicamente dar un recibo por cada jabita vendida? 

Lo más triste, se desprende de la nota, es que si el dependiente de un establecimiento comercial, decide en pro de brindar una mejor imagen de su negocio, regalar una bolsa plástica para envolver un producto, deberá justificar la procedencia legal de dicha bolsa.

Claudia recorrió varios establecimientos donde se ofertan de manera legal las jabas: ninguno de los vendedores tenía comprobante para darle al cliente.

Así pasó en el mercado ubicado en la habanera calle de Tulipán, y en otro similar ubicado en 17 y K, en el Vedado. Tampoco hay vales en los mercados Ideales, del ministerio de Comercio Interior, ni en el mercado del Mónaco, en el municipio habanero de 10 de Octubre.

La respuesta ofrecida por un especialista consultado, cierra con broche de oro este tratado del absurdo.

“Los envases pueden incluirlos en el servicio, mientras tengan los vales que respalden su procedencia, pero no ofrecerlos a cambio de dinero. Cada cosa que puede hacer un cuentapropista está estipulada con detalle. Lo que no está escrito es ilícito. Ellos pueden incluir los envases y sumarlos al costo final, pero no decir que los venden”.

 

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